Brújula de Barco Marca Doignon modelo 1932 en su Caja Original.

Brújula de Barco Marca Doignon modelo 1932 en su Caja Original. Consta de una caja cuadrangular en madera que se abre gracias a dos ganchos metálicos frontales. Adjunta además un asa central para poder transportar el aparato de manera cómoda y sencilla. Encima del asa tiene una pequeña plaquita negra con la indicación del modelo: BOUSSOLE D´INCLINAISON. MODÉLE 1932. En el interior de la caja, perfectamente protegida por una estructura de caucho y madera, se encuentra la brújula. La brújula en cobre consta de numeración negra sobre fondo blanco. Indica los puntos cardinales y los grados para una perfecta localización de la posición. Mediante basculación y movimiento gracias a los aros de suspensión la brújula se mueve para indicar con exactitud la ubicación de nuestra posición en un medio en constante movimiento como puede ser un barco. Gracias a los aros de suspensión, la brújula bascula para que se mantenga en horizontal y marque la posición con exactitud. En la orla metálica de la brújula aparece grabada la marca del aparato: DOIGNON, lo que atestigua que se trata de una pieza completamente genuina. Esta fantástica brújula se puede usar desde el primer día, ya que se encuentra en un buen estado de funcionamiento.

Preciosa y genuina brújula de barco. ¡Completamente original!
Medidas: 11 x 35,2 cm (cerrada); 18,5 cm (diámetro de la brújula). Peso:14 kg.

Fueron los árabes en el siglo XI los que se dieron cuenta de cuál era el importante objeto que llevaban los marineros chinos, pero en realidad los orientales ya lo usaban desde el siglo I. No se trataba exactamente de lo que conocemos comúnmente como brújula, sino un simple imán que marcaba el norte. Era una simple esquirla de hierro magnetizada por un imán, que flotaba sobre una pajita dentro de un cuenco de agua. Evidentemente un aparato con el que se podía orientar era un verdadero avance, por lo que la brújula se extendería muy rápidamente durante los siglos XI y XII, sobretodo en el norte de África, así como en el Europa Occidental. Fue mejorando su forma poco a poco, hasta que en el siglo XVI los franceses perfeccionaron la brújula introduciendo los aros de suspensión, una serie de arandelas y pivotes que consiguen mantener la brújula en horizontal, sin afectarle las oscilaciones que se producen en el barco mientras navega. A partir de ese momento se habilitó en los barcos un compartimento de madera exclusivamente para colocar en él la brújula.