Ref: JS-J-464
Precioso Alfiler para Sombrero de Caballero en Oro Macizo Bicolor realizado en Francia a finales del siglo XIX. Se trata de una hermosa joya realizada en oro amarillo y blanco de 18 kts. Esta fantástica pieza se presenta como una pequeña y delicada espada de bella factura. Consta de una cuidada empuñadura a base de aristas helicoidales, completamente forrada por cordón de oro, rematada en la parte superior por un pomo en oro amarillo en forma de esfera grabada con formas geométricas reticulares. La guarnición presenta varios gavilanes ondulantes desde el pomo hasta la cruz, rematados en bellas volutas, que sin duda denotan un gran decorativismo en esta fantástica joya. En la vitrola encontramos un pequeño escudo en relieve, que se duplica en la parte trasera. La fina y larga hoja recta está fabricada en oro blanco macizo presenta acanaladura central y se encuentra, al igual que toda la pieza, en un estado de conservación excelente, a pesar de ser la parte más susceptible a desgaste. El alfiler adjunta su estuche original en cuero marrón con interior en terciopelo rojo y raso blanco, fabricado para esta pieza en concreto con una forma que se adapta perfectamente al contorno de la espada. Se abre por la parte superior mediante bisagra, de manera que deja ver claramente el nombre del fabricante: PAUL HEMELIN, y la dirección, en letras doradas. En la parte exterior del estuche parecen las letras E.D., que presumiblemente serán las siglas del original dueño de esta magnífica joya.
Preciosa joya para caballero perfecta para grandes ocasiones.
Medidas: 10,3 cm (longitud alfiler).
Parece que al hablar de joyería todo lo que se nos viene a la cabeza son hermosas piezas destinadas al uso femenino, pero hubo un tiempo en el que las alhajas fueron muy del uso de los hombres, a quienes les gustaba adornar sus sombreros, cinturones, chaquetas, zapatos. Durante el siglo XVIII los hombres elegantes tenían muy presente su rango, y con ello su apariencia, de ahí a que deseasen marcar su estatus en la manera en la que iban vestidos y en los complementos que llevaban. Ya durante en el Barroco los hombres llevaban en sus sombreros cintas con alhajas, cadenas e hilos de perlas alrededor de la copa de los mismos, y además, se impuso la moda de volver las alas de los sombreros hacia arriba, sujetadas con presillas elaboradas para ese fin. El Romanticismo fue una época que traería consigo una gran demanda de artículos de joyería, donde predomina la copia de las formas de la Edad Media. Francia sigue estando durante el siglo XIX en la cúspide en cuanto a creación y diseños de joyas se refiere. Conforme avanza el tiempo la joyería masculina se hará cada vez más sencilla y conservadora, con diseños mucho menos recargados, basados fundamentalmente en líneas rectas y formas mucho más austeras, pero de gran calidad y con materiales nobles.
