Antiguo Reloj de Bolsillo Elias Frères de Metal Plateado. Suiza, c.1880

 


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    Antiguo Reloj Elias Frères, c.1880, Suiza    
     

Antiguo Reloj de Bolsillo Elias Frères en Metal Plateado. Suiza, c.1880


Referencia: BO-E-421



Este antiguo reloj de bolsillo Elias Frères, fabricado en Suiza alrededor de 1880, es una pieza que destaca desde el primer instante por su presencia sólida y aristocrática. Su imponente diámetro de 55 mm y su grosor generoso lo convierten en un reloj que no pasa desapercibido, evocando de inmediato la época en la que los relojes de caballero eran tanto un instrumento de precisión como un símbolo de estatus. El metal plateado de la caja luce una decoración guilloché profundamente grabada, con elegantes cenefas geométricas y un escudo central pensado para el grabado de iniciales, todo ello conservado con una nitidez que sorprende. La tapa trasera repite la belleza del grabado, generando un conjunto armonioso, sobrio y perfectamente equilibrado.

Al abrir la tapa frontal aparece una esfera impecable, blanca y luminosa, en la que destacan los números romanos negros y una subesfera de segundos finamente equilibrada. Nada en ella acusa desgaste alguno: la superficie es limpia, uniforme y perfectamente legible. Las agujas estilo Breguet mantienen su elegancia original y, gracias al cristal completamente íntegro, la lectura resulta clara desde cualquier ángulo. El canto del reloj muestra los pulsadores de apertura, discretamente integrados en la caja, y una corona a rayas doradas que aporta un contraste visual de gran atractivo. En consonancia con su antigüedad, el reloj presenta un detalle menor en el sistema de apertura de la tapa frontal: al accionar el pulsador, la tapa no se abre de forma automática y es necesario ayudarla suavemente con el dedo. Se trata de un ajuste habitual en relojes de bolsillo del siglo XIX, que no afecta en absoluto al excelente estado de la caja ni al perfecto funcionamiento de la maquinaria.

Al continuar abriendo el reloj y acceder a la tapa guardapolvo, aparece una de las zonas más fascinantes de esta pieza: una superficie bellamente grabada que exhibe con orgullo las inscripciones Elias Frères – Genève, junto a la referencia Ancre – 15 Rubis y la palabra Remontoir, todo ello dispuesto en una composición decorativa típica de los talleres ginebrinos de la época. La mención Ancre indica que el reloj utiliza un escape de áncora, el sistema de precisión más avanzado y fiable de su tiempo, mientras que los 15 rubíes hacen referencia a los cojinetes de piedra empleados para reducir la fricción interna, signo distintivo de un movimiento de calidad. La palabra Remontoir señala que este reloj incorpora el moderno sistema de carga por corona, sin necesidad de llave, una innovación muy apreciada en los relojes de finales del siglo XIX.

La inscripción Ligne Droite alude a la disposición recta de los elementos principales del calibre, y Spiral Breguet al muelle espiral diseñado por el célebre Abraham-Louis Breguet, reconocido por mejorar la estabilidad y exactitud del movimiento. Los motivos vegetales, los volúmenes grabados y las líneas envolventes enmarcan estas indicaciones junto con el número de serie, creando un conjunto visual tan atractivo como informativo. Esta tapa, además de proteger el movimiento, funciona como una auténtica obra de arte, donde cada curva y cada relieve se aprecia nítido, profundo y lleno de carácter.

Las otras tapas internas muestran guillochés elaborados en patrones geométricos minuciosos, que capturan la luz en ondas y reflejos sedosos, revelando el trabajo de un artesano que dedicó tiempo y precisión a embellecer incluso las partes ocultas del reloj. El interior, tanto como el exterior, demuestra que este reloj no solo fue concebido para medir el tiempo, sino también para celebrar la habilidad y la estética de la relojería suiza de finales del XIX.

En el interior del reloj se encuentra la maquinaria y es, sin duda, una de las partes más hermosas del reloj. La maquinaria, protegida por un cristal posterior igualmente impecable, exhibe con orgullo la inscripción Elias Frères – Genève junto con el número de patente 27 de enero de 1874. Los engranajes, puentes y tornillos forman un paisaje mecánico fascinante, demostrando la maestría de los relojeros de Elias Frères. El movimiento funciona perfectamente, mostrando una suavidad y una constancia que hablan de un mantenimiento cuidadoso y de la calidad intrínseca de su diseño.

Este reloj no solo es un instrumento de época sino también un objeto que llenará de personalidad cualquier colección. Por su tamaño, su estética y su magnífica conservación, es ideal para lucir en vitrina, para integrarse en una colección especializada o para regalar a alguien que valore la tradición relojera suiza. Además, quedaría espectacular como pieza decorativa en un despacho o estudio, aportando carácter y un irresistible aire histórico.

Su rareza, su excelente estado y su presencia imponente lo convierten en un reloj especialmente deseable. Es perfecto para quien busque una pieza con alma, para el coleccionista que valora la manufactura suiza del siglo XIX y para quien desee adquirir un regalo verdaderamente memorable. Este reloj tiene la capacidad de crear un vínculo emocional inmediato y promete seguir acompañando a su futuro propietario durante generaciones.

Medidas: 55 mm de diámetro.

Historia de Elias Frères

La firma Elias Frères, establecida en Ginebra en el siglo XIX, pertenece a la tradición de pequeños talleres relojeros suizos que desarrollaron un papel esencial en la expansión de la relojería de precisión durante la segunda mitad del siglo XIX. Aunque no alcanzó la notoriedad de grandes manufacturas como Patek Philippe o Vacheron Constantin, Elias Frères formó parte de ese importante entramado de artesanos altamente cualificados que dieron forma a la reputación internacional de la relojería suiza. Su producción, realizada en cantidades moderadas, se caracterizaba por movimientos robustos, decoraciones cuidadas y un respeto absoluto por la tradición mecánica del país.

A lo largo del siglo XIX, Ginebra era uno de los centros neurálgicos de la relojería europea. Numerosos talleres trabajaban bajo un sistema colaborativo en el que diferentes especialistas se ocupaban de las diversas fases del reloj: desde el grabado de las cajas y el ajuste de los escapes hasta la fabricación de manecillas o el esmaltado de esferas. En este contexto, empresas como Elias Frères destacaron por su capacidad para unir calidad estética y precisión mecánica. La presencia de una patente fechada el 27 de enero de 1874, visible en este reloj, confirma la participación activa de la firma en la mejora de mecanismos y en la adaptación a los avances de su tiempo.

Los relojes producidos por Elias Frères eran apreciados tanto por comerciantes europeos como por viajeros y compradores internacionales, que veían en la relojería suiza un símbolo de fiabilidad. Hoy, las piezas firmadas por esta casa son especialmente valoradas por coleccionistas que buscan ejemplos auténticos del saber hacer ginebrino de finales del XIX. Este reloj, con su maquinaria firmada, su tamaño imponente y su excepcional estado de conservación, es un magnífico testimonio de aquella tradición y merece encontrar un hogar donde sea admirado y preservado como parte viva de la historia relojera.


Precio : 390 €
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