Antiguo Reloj de Bolsillo Le Phare de Oro 18K y Repetición a Minutos. Suiza ca.1900

Este reloj de bolsillo con sonería a minutos de la prestigiosa manufactura suiza Le Phare, fabricado alrededor de 1900, es un ejemplo magnífico de la relojería de alta complicación de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Se conserva en un estado excepcional, con un funcionamiento impecable tanto en la marcha como en la sonería, lo que es especialmente destacable en piezas de esta edad. La repetición a cuartos y a minutos actúa con total claridad, ofreciendo un sonido preciso y bien regulado. Este reloj, construido íntegramente en oro de 18K y dotado de una maquinaria protegida bajo cristal, representa una pieza de gran interés para coleccionistas y amantes de la relojería tradicional.

El exterior presenta una caja de oro de 18 quilates de tres tapas, decorada con un guilloché fino y homogéneo, que aporta reflejos discretos y elegantes. Su forma redondeada y la suavidad del perfil recuerdan a los relojes de alta manufactura de principios del siglo XX. Al abrir la tapa frontal aparece una esfera de esmalte blanco de gran pureza, con numeración romana y minutería perimetral. Las agujas, de estilo Louis XV, aportan un toque decorativo muy propio de la época, con formas delicadas y cierto aire artístico. La subesfera de segundos, situada a las seis, se integra con armonía en el conjunto, favoreciendo una lectura clara y equilibrada. Todo el frontal del reloj destaca por su carácter clásico, elegante y atemporal, reflejando el gusto refinado de su momento histórico.

En consonancia con su antigüedad, el reloj presenta dos detalles menores propios del uso y del paso del tiempo. Por un lado, el sistema de apertura de la tapa frontal no provoca la apertura automática al accionar el pulsador, siendo necesario ayudarla suavemente con el dedo. Por otro, la caja muestra un pequeño bollito en uno de sus laterales, claramente visible en el vídeo del reloj, donde se muestra. Ninguno de estos aspectos afecta en modo alguno a la integridad estructural de la pieza ni al excelente estado de la mecánica y al perfecto funcionamiento de la sonería.

La tapa guardapolvo, también en oro de 18K, es una de las partes más llamativas del reloj. En ella se encuentran grabadas varias medallas y premios internacionales, junto al nombre “Le Phare”, señal inequívoca del prestigio alcanzado por la manufactura. Este tipo de decoración era utilizado por casas de alta reputación para garantizar al comprador la superioridad técnica de sus mecanismos. Las medallas representan reconocimientos obtenidos en exposiciones universales y ferias industriales, donde Le Phare destacó por sus complicaciones, su precisión y su fiabilidad. Esta tapa, además de adornada, cumple su función de protección con firmeza y abre y cierra con suavidad, mostrando que ha sido tratada con cuidado a lo largo de su vida.

El movimiento, visible gracias al cristal protector, se encuentra en estado impecable. La maquinaria destaca por un puente superior de diseño inusual, más complejo y menos común que el de la mayoría de calibres estándar de la época. Este tipo de arquitectura técnica es característica de los movimientos especializados de Le Phare, especialmente en relojes con sonería. Los engranajes presentan un acabado limpio y brillante, los rubíes están bien asentados y el tren de rodaje gira con suavidad. La regulación es estable, y la sonería responde con precisión tanto en los cuartos como en los minutos. Es una maquinaria sólida, fiable y técnicamente interesante por su configuración poco habitual, que añade atractivo adicional a esta pieza histórica.

Este reloj reúne belleza, técnica y una conservación excepcional, lo que lo convierte en una pieza altamente coleccionable. Es una oportunidad para incorporar a una colección un reloj de alta complicación de una manufactura suiza de renombre. Además, su presentación estética y su impecable funcionamiento lo hacen ideal para regalo o para quien busque una pieza con historia y carácter. Pocas piezas combinan tan bien la elegancia de la época, la calidad constructiva y el atractivo técnico de una repetición a minutos. Las sensaciones que transmite al mano y el sonido perfecto de su mecanismo lo convierten en un reloj destinado a ser apreciado durante generaciones.

Medidas: 53 mm. Peso: 111,3 g.

Historia de Le Phare

La manufactura Le Phare fue fundada en 1888 en Le Locle, Suiza, por Henry Alfred Lugrin, uno de los más destacados especialistas en complicaciones de su tiempo. Desde sus primeros años, Le Phare se posicionó como una de las empresas líderes en la producción de movimientos para repetición a cuartos y repetición a minutos, especializándose en mecanismos de alta precisión destinados a otras casas relojeras y también a relojes firmados bajo su propio nombre. La empresa alcanzó fama internacional en las grandes exposiciones industriales de finales del siglo XIX, donde obtuvo numerosas medallas y reconocimientos que posteriormente grabaría en sus tapas guardapolvo, como testimonio de su excelencia técnica.

Le Phare no solo se distinguió por la finura de sus mecanismos, sino también por la innovación constante. Sus movimientos eran conocidos por sus configuraciones poco habituales, incluyendo puentes de diseño singular y soluciones mecánicas avanzadas para mejorar la estabilidad del tren de rodaje y la claridad de la sonería. Durante las primeras décadas del siglo XX, la manufactura colaboró con numerosas casas de renombre, suministrando calibres de repetición que hoy son altamente valorados por coleccionistas y expertos. La reputación de Le Phare se asentó sobre su fiabilidad, la precisión de sus complicaciones y un nivel de acabado muy elevado. Las piezas conservadas, especialmente las repeticiones a minutos en oro, se consideran testimonios excepcionales de una época dorada de la relojería suíza, donde la habilidad artesanal alcanzó uno de sus puntos más altos.