Antiguo cáliz español de plata. Hecho a mano. España, final del s. XVIII

Este magnífico cáliz español, elaborado a finales del siglo XVIII, es una auténtica obra maestra de la platería religiosa artesanal. Realizado completamente a mano en plata, su técnica a martelé confiere a la superficie un carácter vibrante, sutilmente ondulado y lleno de matices, reflejando la luz con un juego visual cálido y profundo. Su silueta esbelta y equilibrada, unida a la pureza de líneas clásicas, lo convierten en una pieza de notable presencia y dignidad. No presenta contrastes visibles, detalle común en algunas piezas litúrgicas de la época que confirma su origen en un pequeño taller artesanal y su fabricación fuera de los canales oficiales de contraste del siglo XVIII, probablemente encargada para un templo local o capilla rural.

La copa, interiormente dorada, resalta por su sobriedad y elegancia. En su base, el cáliz presenta algunas pequeñas jorobas visibles y un par de arañazos superficiales, testigos honestos de su uso litúrgico a lo largo de los siglos, que añaden autenticidad sin comprometer la solidez de la estructura general, que se mantiene firme, robusta y perfectamente funcional. El nudo central ofrece una transición armoniosa entre el pie y la copa, generando un agarre cómodo y ergonómico al momento de la elevación durante la celebración. La decoración cincelada con motivos vegetales en la parte inferior de la copa, probablemente hojas de acanto, aporta un toque ornamental sobrio y devoto, muy representativo del arte sacro del barroco tardío español.

Su estética, elegante y contenida, hace de este cáliz una pieza versátil: sería ideal para un sacerdote en ejercicio, o bien para alguien que se está preparando para la ordenación, aportando un elemento sagrado cargado de historia, belleza y simbolismo. Además, para coleccionistas exigentes o amantes de la orfebrería litúrgica antigua, esta pieza representa una excelente inversión, tanto por su rareza como por la alta calidad de su ejecución artesanal. Una joya singular que realzará cualquier vitrina o podrá volver a ser utilizada en la celebración de la Eucaristía, devolviéndole su uso original.

Una pieza como esta no aparece todos los días: su volumen, peso y manufactura elevan su valor patrimonial y simbólico. No dejes pasar la oportunidad de adquirir este cáliz excepcional.

Medidas: 26 x 14,7 x 8,5 cm (10,24 x 5,79 x 3,35 in). Peso: 708 g.