Antiguo Cáliz Barroco de Plata. Por Alexis Renaud. Francia, París 1831–1838

Este magnífico cáliz litúrgico, ejecutado en plata con sobredorado interior, es una pieza excepcional de la platería sacra parisina del siglo XIX. Firmado por el maestro Alexis Renaud y fabricado entre 1831 y 1838, destaca no solo por su estructura elegante, sino por su profunda carga iconográfica y su ejecución artística de altísimo nivel.

La base de perfil circular se eleva sobre un escalón ornamentado, y presenta tres medallones de forma piramidal, profundamente grabados, que narran con intensidad escenas clave de la Pasión de Cristo. El primero representa la Oración en el Huerto: Cristo, de rodillas, ora con el rostro sereno pero tenso, pidiéndole a Dios que le retire el tener que beber de ese cáliz de amargura y dolor. La vegetación del entorno está delicadamente sugerida con trazos burilados, creando un fondo íntimo y dramático a la vez.

El segundo medallón muestra el encuentro con Simón de Cirene: Jesús cae bajo el peso de la cruz, su rostro inclinado denota sufrimiento, mientras Simón sujeta la cruz con firmeza, ayudándolo a levantarse. La composición juega con la profundidad y el volumen: las figuras emergen en alto relieve con gran fuerza expresiva, destacando el esfuerzo humano y la compasión.

El tercer medallón representa la Crucifixión: Cristo clavado en la cruz, con la cabeza ladeada hacia el costado, el paño de pureza sutilmente ondeado y los brazos extendidos de forma equilibrada. A sus pies se adivinan elementos de la colina del Gólgota y hay otras tres figuras femeninas, posiblemente la Virgen María, María Magdalena y María de Cleofás.

Entre cada medallón se entrelazan finos grabados de racimos de uvas, hojas de vid y espigas de trigo, símbolos eucarísticos por excelencia, ejecutados con una técnica minuciosa que mezcla texturas lisas y granuladas. Bajo uno de los medallones se encuentran las iniciales “L” y “C”, grabadas a mano, posiblemente del propietario original.

El nudo es ancho y de gran presencia, con decoración vegetal compuesta por espigas cruzadas, juncos y vides que se enredan de forma simétrica y que repiten la iconografía vegetal de la base. Aparentemente, en ese punto hay un pliegue en la plata, que puede verse en las fotos. La copa, de forma acampanada y dorada en su interior, luce tres medallones circulares con los bustos en relieve de la Sagrada Familia: Jesús, María y José. Cada busto está enmarcado por una guirnalda de laurel con fondo punteado, y separado por cartelas vegetales compuestas de cañas, espigas y hojas de maíz finamente cinceladas.

Los punzones visibles en la base y en la copa, usados en entre 1819 y 1838 y el distintivo de Alexis Renaud, usado entre 1831 y 1847, permiten fechar la pieza entre 1831 y 1838.

Alexis Renaud fue uno de los grandes maestros orfebres litúrgicos de la primera mitad del siglo XIX en París. Su producción, breve pero intensamente significativa, se extiende entre 1831, cuando registra su punzón oficial como maestro, y 1847, año en que lo retira. Establecido en el Quai Pelletier, su taller estuvo en el corazón de una ciudad en plena efervescencia religiosa y artística.

Su estilo se inscribe en el neoclasicismo litúrgico francés, caracterizado por la precisión formal, la simetría y el uso de una iconografía cargada de simbolismo. Sus piezas se distinguen por la inclusión de medallones figurativos, abundantes motivos vegetales y una ejecución extremadamente cuidada en los relieves.

Renaud trabajó para numerosas iglesias francesas, creando cálices, copones, relicarios y ostensorios. Algunas de sus piezas aún se conservan en colecciones patrimoniales como la catedral de Meaux o la iglesia de Dinan. El punzón que lo identifica, una balanza con gotas y estrella sobre su apellido “Renaud”, es garantía de autenticidad y calidad.

Debido a que su producción se concentró en apenas 16 años, las piezas firmadas por Alexis Renaud son hoy especialmente buscadas por coleccionistas, liturgistas y anticuarios. Cada una de ellas no solo es un objeto de devoción, sino también un testimonio vivo del arte sacro francés del siglo XIX.

Este cáliz se acompaña de una patena de plata dorada de la segunda mitad del siglo XIX fabricada por el célebre orfebre Placide Poussielgue-Rusand. Su punzón, con las iniciales “P P R” acompañadas de una cruz, ancla y corazón coronados por una estrella, estuvo en uso en París entre 1847 y 1891.

Obra de culto y arte, su riqueza simbólica y valor histórico la convierten en una adquisición excepcional. Una pieza litúrgica sobresaliente, ideal para un sacerdote o alguien que va a ordenarse sacerdote.

Medidas: alto: 33, base 16,2 cm, copa 9,5 cm (13 in, 6,38 in, 3,74 in). Patena 13,5 cm (5,31 in). Peso: 662 g cáliz · 72 g patena · 734 g total.