Antigua Cámara Plegable para Placas 6x9. Buen estado. Circa 1900

Esta elegante cámara plegable de placas 6x9, fabricada aproximadamente alrededor de 1900, es un modelo sin identificar que reúne todas las características de las primeras cámaras europeas y estadounidenses de transición entre el siglo XIX y los inicios de la fotografía portátil del siglo XX. Su apariencia general, su base de madera barnizada, el frontal negro texturizado, el visor emergente tipo marco y su precioso fuelle burdeos, la sitúan en un periodo en el que la industria fotográfica estaba consolidando las cámaras de pequeño formato para uso doméstico, pero aún manteniendo un diseño artesanal y una construcción robusta. La ausencia de marca visible contribuye a su atractivo como pieza rara y con un carácter enigmático muy apreciado entre coleccionistas que disfrutan de modelos poco documentados.

El fuelle burdeos es uno de los elementos que más llaman la atención. Conserva un aspecto magnífico, con la textura original y sin señales de aperturas ni fugas, algo especialmente notable en una cámara con más de un siglo de antigüedad. Su color profundo añade un contraste precioso respecto al cuerpo negro y la base de madera, creando un conjunto que resulta visualmente muy seductor. En cuanto a la mecánica, el obturador funciona correctamente, lo que añade valor al ejemplar y demuestra que la cámara se ha conservado con cuidado a lo largo del tiempo. El frontal muestra la rueda de diafragmas con valores clásicos de la época, y los brazos metálicos que sostienen el fuelle se despliegan y pliegan suavemente, manteniendo la estructura firme y la alineación adecuada.

A nivel estético, el estado general es realmente bueno. El exterior conserva el revestimiento texturizado sin zonas de desgaste significativas, únicamente con marcas mínimas propias de una pieza con tanta antigüedad. La base de madera luce cálida y elegante, sin señales de humedad, curvaturas ni daños, algo difícil de ver en cámaras de este periodo. El visor desplegable está completo y permite comprobar el encuadre de manera histórica y encantadora. El interior de la cámara, pensado para placas de 6×9 cm, se encuentra limpio, sin óxido ni deformaciones, mostrando una conservación admirable.

Como pieza decorativa llama la atención por el tono vibrante del fuelle, la solidez de su cuerpo y la combinación de madera, metal y cuero, que evocan una época en la que la fotografía avanzaba hacia formatos más compactos sin perder el refinamiento artesanal. En una estantería, mueble o vitrina, aporta un toque histórico que resulta perfecto para cualquier amante de la fotografía antigua. Y como pieza de colección es aún más especial, ya que los modelos no identificados dentro del periodo 1895–1905 suelen atraer a coleccionistas que buscan piezas distintivas y raras, capaces de aportar variedad y singularidad a un conjunto más amplio.

Medidas: 8,8 cm (3,46 in) x 11,5 cm (4,53 in).

Historia de las cámaras plegables de placas

Las cámaras plegables de placas surgieron a finales del siglo XIX como una solución intermedia entre las voluminosas cámaras de estudio y los modelos portátiles que empezaban a popularizarse en las primeras décadas del siglo XX. Sus orígenes se remontan a los avances en ópticas más compactas, fuelles más ligeros y mecanismos que permitían plegar la cámara para facilitar su transporte. A diferencia de las cámaras de rollo que dominarían el mercado después, estas primeras plegables funcionaban con placas individuales de vidrio o, en algunos casos, placas flexibles, lo que permitía obtener imágenes de gran calidad y nitidez.

La combinación de madera barnizada, cuero vulcanizado y metal niquelado era habitual en la época y representaba un equilibrio entre resistencia y elegancia. Muchas de estas cámaras eran fabricadas por pequeños talleres o fabricantes regionales, lo que explica la existencia de modelos no identificados como este, que comparten características comunes pero carecen de marcas visibles o documentación precisa. Durante el periodo comprendido entre 1895 y 1905 se produjeron numerosos diseños experimentales, que buscaban adaptar la cámara al bolsillo sin perder la calidad óptica de los equipos más grandes.

Este tipo de cámaras desempeñó un papel fundamental en la transición hacia la fotografía personal. Permitieron que aficionados y viajeros pudieran llevar consigo equipos relativamente ligeros, dando lugar a nuevas posibilidades creativas. Con el tiempo, estos modelos fueron sustituidos por cámaras de rollo más sencillas, pero hoy son apreciadas como piezas históricas que muestran el camino hacia la fotografía moderna.