Antigua Cámara Zeiss Ikon Maximar 207/7. Alemania, c. 1927-1939

Esta cámara antigua Zeiss Ikon Maximar 207/7, fabricada en Dresde, Alemania, entre 1927 y 1939, representa una de las cámaras de campo plegables más refinadas de su época. Este ejemplar se encuentra en excelente estado de conservación y funcionamiento, con fuelle íntegro y sin fugas de luz, obturador Compur operativo y chasis completos con placas dobles de 9x12 cm. La montura metálica mantiene su alineación perfecta, y la extensión del fuelle permite un enfoque preciso tanto en exteriores como en retrato.

Equipada con un objetivo Carl Zeiss Jena Tessar f/4.5 F=13,5 cm nº 965241, una de las ópticas más célebres del siglo XX, la cámara ofrece una nitidez y contraste excepcionales. El Tessar fue diseñado por Paul Rudolph en 1902 y perfeccionado por Zeiss en las décadas posteriores, convirtiéndose en un estándar de referencia por su capacidad para combinar definición, luminosidad y ausencia de distorsión. Montado aquí en un obturador Compur, proporciona tiempos de exposición precisos y un control total entre pose, bulb y velocidades rápidas.

Este ejemplar lleva en el lateral la placa del distribuidor francés Photo-Plait, Paris, detalle que añade interés histórico y de procedencia. Photo-Plait fue una reconocida casa parisina de material fotográfico, fundada en la década de 1890, con sede en el Boulevard des Italiens. Durante los años veinte y treinta distribuyó cámaras Zeiss Ikon, Voigtländer, Agfa y Kodak en Francia, y es considerada hoy una de las casas europeas más influyentes en la difusión de la fotografía técnica y profesional. Las cámaras que conservan su placa original, como esta, son especialmente buscadas por coleccionistas por su autenticidad y su vínculo con el comercio fotográfico franco-alemán.

Cada elemento de esta Zeiss Ikon Maximar 207/7 refleja precisión y equilibrio. Su cuerpo metálico recubierto en cuero gofrado mantiene una solidez impecable, los mandos de enfoque se desplazan con suavidad y el visor plegable ofrece una imagen clara sobre el cristal esmerilado. Es una muestra ejemplar de la elegancia industrial alemana combinada con la sutileza francesa de su distribución. Rara vez se encuentran ejemplares tan completos, funcionales y bien conservados, equipados además con su óptica Tessar original, símbolo de la excelencia óptica de Zeiss.

Su rareza, estado de conservación y origen la convierten en una pieza de alto valor para el coleccionista exigente. Une historia, diseño y precisión en una armonía perfecta, encarnando el espíritu de la ingeniería fotográfica clásica. Ideal tanto para integrar en una colección histórica como para lucir en un entorno decorativo contemporáneo, esta cámara trasciende su función técnica y conecta con la emoción estética de un tiempo en que la fotografía era arte y mecánica en perfecta sintonía.

Medidas: 15,6 × 11,2 cm (6,14 × 4,41 in).

Historia de Zeiss Ikon

Zeiss Ikon AG nació en 1926 en Dresde, Alemania, fruto de la fusión de cuatro fabricantes de cámaras: Contessa-Nettel, Ernemann, Goerz y Ica, bajo la coordinación de Carl Zeiss Stiftung. El objetivo era unificar la producción alemana de cámaras bajo una marca sólida que acompañara a las prestigiosas ópticas Zeiss. Desde su fundación, Zeiss Ikon se convirtió en uno de los pilares de la fotografía mundial, conocida por la precisión mecánica de sus productos y la calidad excepcional de sus lentes.

Durante los años veinte y treinta, la firma produjo una amplia gama de cámaras de placas, plegables y de estudio, destacando por su combinación de ingeniería avanzada y diseño funcional. Modelos como la Maximar, la Ideal o la Icarette marcaron un punto de inflexión al permitir un transporte más cómodo sin sacrificar calidad óptica. Las Maximar se fabricaron en diferentes variantes (207/7, 208/8, 209/9), adaptadas a los formatos de 9x12, 10x15 y 13x18 cm respectivamente.

El éxito del Tessar, creado por Paul Rudolph en 1902 para Zeiss, consolidó a la compañía como referente absoluto en ópticas fotográficas. Su fórmula, de cuatro lentes en tres grupos, ofrecía una nitidez y corrección sin precedentes y se mantuvo en producción durante más de un siglo.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Zeiss Ikon se dividió entre Dresde (en la zona oriental) y Stuttgart (en la occidental), continuando su legado en ambos lados de Alemania. Hoy, las cámaras Zeiss Ikon se consideran iconos de la precisión germana y son piezas esenciales en cualquier colección fotográfica seria.