Antigua Cámara de Fuelle Kodak Six-16 Art Déco. Fabricada en USA 1932-1934

Extraordinario ejemplar de la Kodak Six-16, una cámara plegable de fuelle fabricada por Eastman Kodak Company en Rochester, Nueva York, entre 1932 y 1934. Esta pieza, de inconfundible diseño Art Déco, representa una de las cumbres estéticas y mecánicas de Kodak en los años treinta, cuando la elegancia geométrica y el gusto por los materiales refinados convivían con la más alta precisión óptica.

El cuerpo, confeccionado en metal lacado negro con líneas plateadas y detalles geométricos, conserva íntegra la esencia de la época. El relieve octogonal del frontal, con su distintivo logotipo Kodak en rojo, y los elementos cromados que recorren la estructura le otorgan una presencia elegante y sobria. En su interior, el fuelle de cuero está impecable: sin grietas, sin señales de desgaste y totalmente funcional, lo que garantiza la estanqueidad de la cámara y la ausencia de fugas de luz.

Mecánicamente, se encuentra en excelente estado. El obturador funciona con precisión en todas las velocidades, y los mandos de diafragma y enfoque operan con suavidad. Esta cámara utiliza película tipo 616, formato que producía negativos de gran tamaño, de aproximadamente 6,5 × 11 cm, ideales para obtener copias de alta calidad y detalle. Su sistema de visor óptico abatible y el indicador de exposición grabado en el anillo frontal dan fe de la atención al detalle que caracterizaba a la ingeniería Kodak en este periodo.

El diseño exterior, de inspiración claramente Art Déco, combina ángulos, simetrías y contrastes de color que evocan la arquitectura y la estética industrial de los años treinta. La empuñadura superior de cuero y el elegante acabado lacado completan un conjunto armonioso que transmite sofisticación y durabilidad. La ventana roja trasera, característica de las cámaras Kodak, permite controlar el avance del carrete con la clásica inscripción que aconseja el uso de película Kodak en la caja amarilla.

El estado de conservación de este ejemplar es sobresaliente: brilla con la pátina justa del tiempo, en un estado de conservación admirable. A nivel estético y técnico, se trata de una de las cámaras más atractivas y representativas de la línea plegable de Kodak, y un testimonio de cómo la marca supo unir arte y funcionalidad.

Por su diseño geométrico, sus detalles cromados y la pureza de sus líneas, esta pieza luce de forma excepcional tanto en una colección de cámaras clásicas como en un espacio decorativo vintage o industrial. Su belleza atemporal y su historia la convierten en una adquisición única para coleccionistas y amantes del diseño Art Déco.

Medidas: 17,5 × 8,5 cm (6,9 × 3,35 in).

Historia de la Kodak Six-16

La Kodak Six-16 fue lanzada por Eastman Kodak Company en 1932 como parte de una serie de cámaras que introducían un lenguaje visual claramente Art Déco en el diseño fotográfico. Utilizaba película tipo 616, introducida ese mismo año, derivada del rollo 116 pero con un carrete más compacto, lo que permitió reducir el tamaño de la cámara sin sacrificar el formato del negativo.

El modelo fue diseñado en plena Gran Depresión, un periodo en el que Kodak apostó por la elegancia y la accesibilidad. Con su frente octogonal de metal cromado, tipografía geométrica y detalles en esmalte negro y rojo, la Six-16 es hoy reconocida como una de las cámaras más bellas de la historia de la marca. Su obturador Kodak Diomatic, con velocidades T, B, 25, 50 y 100, y su lente Kodak Anastigmat f/6,3, ofrecían resultados de alta calidad para aficionados exigentes.

La Six-16 se comercializó junto con su hermana menor, la Six-20, prácticamente idéntica pero adaptada a película 620. Ambas representan la transición entre las cámaras de madera y cuero del periodo anterior y las estructuras metálicas que dominarían las décadas siguientes. Su estética, de líneas rectas, contraste cromático y ornamentación mínima, convirtió a la Six-16 en un ícono del diseño industrial estadounidense.

Actualmente, las unidades conservadas en excelente estado, como la que aquí se presenta, son muy valoradas por coleccionistas de fotografía histórica y por diseñadores que buscan piezas decorativas auténticas del periodo Art Déco.