Antiguo Copón de Plata Dorada Pedro Durán, España,1955

Este magnífico copón litúrgico español realizado en 1955 es una joya de la orfebrería sacra del siglo XX. Fabricado por el renombrado taller Pedro Durán e Hijos en Madrid, está hecho íntegramente en plata maciza con un espectacular baño dorado, y conserva los contrastes oficiales visibles tanto en la base como en el borde superior del recipiente. La calidad de ejecución es sobresaliente, y su excelente estado de conservación lo convierte en una pieza única, tanto para la liturgia como para la colección.

La base hexagonal presenta relieves ornamentales vegetales ejecutados con gran maestría, alternando volutas, palmetas y tallos que acentúan su belleza clásica. Sobresale la inscripción grabada al pie: “D. DIONISIO GARCÍA MARQUÉS Y SEÑORA AL HOSPITAL DE VILLAFRANCA DEL BIERZO, JUNIO DE 1955”, que testimonia su carácter de pieza donada, lo que le añade un importante valor histórico y devocional. Sobre esta base se alza un tallo sólido con nudo central bellamente decorado, que sirve de transición hacia la copa, también ornamentada con palmetas en relieve y una cenefa superior de motivos florales profundamente cincelados.

La tapa, que encaja perfectamente en la copa, está coronada por una cruz latina calada y reproduce el mismo lenguaje ornamental. El interior del copón se encuentra en estado excelente, pulido a espejo y completamente limpio, ideal para uso litúrgico inmediato. A pesar de su antigüedad, no presenta desgaste del dorado ni abolladuras, y los relieves mantienen su nitidez. El peso total de la pieza, 846 gramos, confirma el uso de plata de ley, reforzado por los contrastes: se puede identificar claramente el punzón de Pedro Durán e Hijos, y los punzones oficiales de plata española de la misma época.

Una pieza de estas características no solo destaca por su majestuosidad y elegancia, sino también por su gran capacidad, lo que la hace sumamente práctica en celebraciones con alta participación. Su conservación es excepcional, sin fisuras, sin juegos entre partes y con la estructura firme. El baño dorado, de tono cálido, conserva su intensidad y brillo sin oxidaciones ni pérdidas. Es un ejemplo claro de la alta calidad que caracterizaba al taller madrileño en los años cincuenta, y una pieza muy buscada por parroquias, coleccionistas y amantes de la platería religiosa.

Una oportunidad magnífica para adquirir una obra sólida, devocional y de belleza intemporal. Este copón sería perfecto para reintroducirlo en la Iglesia, para usarlo en una parroquia.

Medidas: 26 x 14 x 12 cm (10.24 x 5.51 x 4.72 in). Peso: 846 grs.

Historia de Pedro Durán

Pedro Durán Morales fue uno de los grandes nombres de la platería española de finales del siglo XIX y principios del XX. Fundó su taller en Madrid en 1886, y desde sus primeros años se centró en la producción de objetos de plata de alta calidad para un público burgués y eclesiástico. Gracias a su dominio del repujado, el cincelado y el grabado fino, su firma ganó rápidamente notoriedad, elaborando desde piezas utilitarias y decorativas hasta encargos religiosos de gran envergadura. A lo largo de su trayectoria, Pedro Durán destacó por incorporar en sus obras estilos historicistas como el neorrenacentista, el neobarroco y posteriormente el art déco, siempre manteniendo un sello personal de excelencia técnica y riqueza ornamental.

Tras el fallecimiento del fundador en los años 30, la empresa pasó a llamarse Pedro Durán e Hijos, continuando con la misma tradición de calidad y elegancia. En esta segunda etapa (entre las décadas de 1940 y 1970), el taller mantuvo su especialización en piezas religiosas, incluyendo custodias, copones, cálices, relicarios y otros elementos de culto, a menudo destinados a parroquias y hospitales religiosos. Las piezas de esta época suelen estar punzonadas con la característica urna griega de dos asas dentro de un hexágono, el distintivo de la casa. La empresa también participó en exposiciones y ferias, consolidando su reputación como sinónimo de calidad y tradición.

Con la llegada de la segunda mitad del siglo XX, Durán diversificó su producción hacia la alta joyería, el diseño contemporáneo y la subasta de arte, fundando Durán Arte y Subastas en 1969. Actualmente, la marca sigue activa como Durán Joyeros, aunque ya desvinculada de la producción artesanal de plata religiosa que le dio renombre. La historia de Pedro Durán es, por tanto, la historia de una casa que supo unir tradición, técnica y sensibilidad artística en cada una de sus obras, y que dejó un legado perdurable en el panorama de la orfebrería española.