Antiguo Cáliz Barroco de Plata con Patena. Jean Brigaud, París c. 1838

Magnífico cáliz litúrgico de estilo barroco francés, acompañado de su correspondiente patena y con estuche antiguo, firmado por el reconocido orfebre Jean Brigaud, activo en París desde 1838 hasta su fallecimiento en 1858. Esta pieza única, elaborada en plata maciza y sobredorada, representa una de sus primeras creaciones, como atestiguan los contrastes oficiales franceses de París y del orfebre, correspondientes al período 1819–1838. Los punzones están presentes tanto en la base como en la copa del cáliz, reafirmando su autenticidad y calidad.

El diseño del cáliz destaca por su elegancia solemne y su rica iconografía cristiana. El pie elevado muestra tres escenas en altorrelieve de la Pasión de Cristo: la Oración en el Huerto, la Crucifixión y el Descendimiento de la Cruz, separadas por elementos vegetales simbólicos como espigas, racimos de uvas y juncos, todos trabajados con una finura excepcional. Una orla decorativa de rosetas y lazos enmarca el conjunto con un estilo típicamente barroco.

El nudo central, de forma bulbosa, está adornado con cabezas de querubines alados y motivos florales, alternándose en un equilibrio perfecto. La copa, dorada en su interior, está sostenida por una estructura calada con tres medallones simbólicos en relieve: el Corazón de Jesús, el Pelícano eucarístico alimentando a sus crías y el Cordero Místico sobre el libro con los siete sellos. Estos elementos se integran con espigas, vides y juncos, creando una narrativa visual profundamente devocional.

La patena, también en plata de primera ley, lleva grabado el anagrama "IHS" rodeado por una corona de espinas, una cruz radiante y los clavos de la Pasión. Conserva el punzón de la cabeza de Minerva, símbolo francés de garantía de plata de 950 milésimas, lo que confirma su altísima calidad.

El conjunto se completa con un estuche, en madera forrada con símil piel negra por fuera y terciopelo rojo por dentro, que presenta señales normales de uso, propias de su edad, pero cumple perfectamente su función protectora y agrega valor a la pieza.

Jean Brigaud fue un prestigioso orfebre francés del siglo XIX, nacido en Paray-le-Monial el 28 de abril de 1802 y fallecido en París el 7 de junio de 1858. Estableció su taller en el número 4 del cour de Harlay en París, donde desarrolló una exitosa carrera especializada en la creación de objetos sagrados en plata y plata dorada. El 7 de diciembre de 1838 inscribió oficialmente su marca de garantía de primer título para plata, activa hasta el 18 de junio de 1861, tres años después de su fallecimiento.

Su producción se centró en piezas litúrgicas de alta calidad como cálices, patenas, ciborios y ostensorios, elaboradas con técnicas mixtas de repujado, cincelado, calado y dorado. Sus obras se distinguen por una ornamentación refinada, en estilos neorrenacentistas y Luis XVI, con fuerte iconografía cristiana: querubines, escenas evangélicas, espigas, vides, corderos místicos, ángeles y motivos florales. Son piezas devocionales no solo funcionales, sino artísticas.

Entre sus obras documentadas se encuentran un cáliz en la iglesia de Polveroso (Córcega), un Copón en la iglesia de Épersy (Savoie), un ostensorio en Vicq-d’Auribat (Landes) y un conjunto de cáliz y patena en Tannay (Nièvre), todas ellas fechadas entre 1838 y 1861 y con los punzones de Brigaud. También figura un Copón en Niort (Deux-Sèvres), lo que demuestra el alcance geográfico y la durabilidad de su obra en parroquias francesas.

Las piezas firmadas por Brigaud son escasas en el mercado actual y sumamente valoradas por coleccionistas, instituciones eclesiásticas y expertos en arte sacro. Su obra representa la excelencia del arte religioso del siglo XIX francés, en un periodo de resurgimiento litúrgico tras la Revolución y bajo el influjo del romanticismo espiritual.

Este cáliz es ideal para un sacerdote o alguien que va a ordenarse sacerdote, y también sería perfecto para reintroducirlo en la Iglesia, para usarlo en una parroquia que valore la tradición litúrgica. Igualmente, es una obra magnífica para museos, colecciones privadas o instituciones religiosas dedicadas a la conservación del patrimonio devocional.

Una pieza que combina fe, arte y maestría orfebre en una expresión sublime de la tradición católica del siglo XIX.

Medidas: Cáliz: 31,5 × 16 × 9,3 cm (12,4 × 6,3 × 3,66 in). Patena: 13,8 cm (5,43 in). Peso: 769 g. (cáliz 680 gramos y patena 89 gramos)