Antiguo cáliz de bronce y plata y patena de plata dorada. Francia, c. 1900

Este conjunto litúrgico francés de principios del siglo XX, elaborado hacia 1900, está compuesto por un cáliz de broce pulido y plata dorada, de elegante y sencillo diseño clásico y una patena de plata dorada y grabada con detalles eucarísticos. Se trata de una obra devocional firmada por el prestigioso taller de orfebrería religiosa Favier Frères, activo en Lyon, cuyos contrastes oficiales figuran claramente en ambas piezas.

El cáliz presenta una estructura sobria y perfectamente proporcionada. La base y el tallo están realizados en bronce macizo de superficie pulida, torneados con armonía en líneas clásicas que evocan la estabilidad y la solemnidad del rito. La copa superior, ejecutada en plata dorada de alta calidad, muestra un baño dorado interior que permanece en excelente estado, sin pérdida de brillo ni desgaste. Esta parte, además, ostenta los punzones oficiales de plata junto con los del reputado taller Favier Frères, testimonio de su autenticidad y procedencia. La base del cáliz ha sido decorada con una cruz incisa directamente sobre el bronce, sencilla pero elegante, perfectamente integrada en el conjunto. El cáliz tiene una altura total de 23 cm, con un diámetro de base de 12,3 cm y una copa de 7,8 cm de diámetro. Su peso total es de 525 gramos, lo que le confiere una presencia firme, ideal para su uso litúrgico.

La patena que acompaña el cáliz está realizada completamente en plata dorada y lleva los mismos contrastes de plata y del taller Favier Frères. La superficie central está finamente grabada con una cruz decorada con racimos de uva y hojas de vid, símbolos eucarísticos por excelencia, ejecutados con gran maestría y riqueza ornamental. Este motivo no solo aporta belleza, sino que enriquece el carácter espiritual de la pieza. La patena mide 13,7 cm de diámetro y pesa 96 gramos. Presenta pequeñas deformaciones en el reverso, que sin embargo, no afectan en absoluto su funcionalidad ni su estabilidad al apoyarla. Estos leves detalles son consecuencia del paso del tiempo y le otorgan un carácter de autenticidad, propio de una pieza antigua con uso litúrgico.

Este conjunto resulta ideal para quien busca una pieza auténtica, histórica y funcional, perfectamente conservada y lista para ser utilizada o exhibida. Su manufactura refinada, su valor devocional y su procedencia garantizada lo convierten en un artículo muy atractivo tanto para coleccionistas especializados como para parroquias que deseen reintroducir piezas de noble factura en sus celebraciones litúrgicas. Es perfecto para quien desee un cáliz sobrio, sin ostentación, con líneas clásicas y elegancia contenida. Sería perfecto para reintroducirlo en la Iglesia, para usarlo en una parroquia.

Medidas: cáliz 23 × 12,3 × 7,8 cm (9,06 × 4,84 × 3,07 in); patena Ø 13,7 cm (5,39 in). Peso: cáliz 525 g; patena 96 g.

Historia de Favier Frères

Favier Frères fue una prestigiosa casa de orfebres litúrgicos establecida en Lyon, Francia, hacia finales del siglo XIX y principios del XX. La ciudad de Lyon, además de ser un reconocido centro textil y de arte sacro, albergaba numerosos talleres especializados en la fabricación de objetos litúrgicos de gran calidad. Entre ellos, Favier Frères destacó por la excelencia técnica y estética de sus piezas, combinando el respeto por la tradición con un sentido decorativo refinado y funcional.

El taller producía cálices, patenas, custodias, copones y otros objetos para la liturgia católica, muchos de ellos en metales preciosos como la plata o en combinaciones de bronce y plata dorada, con detalles grabados o repujados, como las cruces, racimos y símbolos vegetales inspirados en la iconografía eucarística. La firma solía contrastar sus piezas con punzones oficiales franceses, un requisito obligatorio desde mediados del siglo XIX, lo que ha facilitado su identificación y catalogación.

Favier Frères operó en una época de renacimiento de la orfebrería religiosa en Francia, en pleno contexto del arte sacro de la Belle Époque y la consolidación del estilo neogótico y neorrománico en la liturgia. Sus obras fueron muy apreciadas tanto en Francia como en otros países europeos y coloniales, y hoy día siguen siendo muy valoradas por coleccionistas, anticuarios y comunidades religiosas.

Gracias a la calidad de su trabajo y al carácter funcional y simbólico de sus diseños, las piezas de Favier Frères siguen siendo buscadas como testimonios del arte sacro de principios del siglo XX, representando una época de esplendor artesanal que aún hoy perdura en la memoria litúrgica.