Antiguo Cáliz y Patena de Plata Dorada con Estuche. Francia c. 1900

Este magnífico conjunto litúrgico de origen francés, datado hacia 1900, reúne un cáliz neogótico en plata dorada y su correspondiente patena, conservados en su estuche original. Una pieza de excepción tanto por su calidad técnica como por su simbología, realizada por reconocidos orfebres de Lyon: Henri Berger-Nesme y la casa Favier. Se trata de un conjunto elegante y simbólicamente cargado, digno de una colección especializada o bien para su reintroducción en el culto.

El cáliz, pieza central del conjunto, destaca por su refinado diseño neogótico y su meticulosa ejecución. La base circular se eleva con forma acampanada, decorada con una cruz florida en relieve, rodeadas de motivos vegetales que evocan lirios y hojas estilizadas, una alegoría de la pureza. Desde la base asciende el fuste, delgado y elegante, que culmina en un nudo esférico de seis lóbulos con decoración de rombos calados, conteniendo motivos florales simétricos. Esta zona central no solo permite un mejor agarre durante la liturgia, sino que también sirve de transición visual hacia la copa.

La copa, sobria pero distinguida, presenta un friso de gajos alternados con flores enmarcadas en arcos trilobulados de inspiración gótica. El borde superior es liso y dorado, dando paso al interior también dorado en perfecto estado, señal de su cuidado uso. El cáliz mide 23 cm de alto por 9,4 cm de diámetro en la boca y pesa 341 gramos. Lleva claramente el punzón de Henri Berger-Nesme, orfebre activo en Lyon entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuya marca, las iniciales BN con un cáliz, fue registrada en 1889 y cancelada en 1924. Su trabajo se centró en piezas litúrgicas como cálices, copones y custodias, todas de gran factura y destinadas a iglesias francesas y a la exportación.

La patena, realizada también en plata dorada, tiene forma circular con un delicado grabado central del monograma “IHS” rematado con cruz latina y un corazón inflamado en su parte inferior. Este motivo eucarístico es un símbolo clásico de la devoción al Sagrado Corazón. La patena mide 13,3 cm de diámetro y pesa 71 gramos. En el reverso lleva el punzón de la casa Favier, uno de los talleres más reconocidos de Lyon, activo desde 1826 hasta mediados del siglo XX. La firma Favier fue pionera en la producción de objetos religiosos en plata de estilo neogótico, y muchas de sus piezas hoy se encuentran en museos o colecciones litúrgicas.

Ambos elementos se presentan en su estuche original, forrado interiormente en terciopelo rojo y recubierto en el exterior con piel negra. El estuche, diseñado para proteger y exhibir ambas piezas, se encuentra en excelente estado, con el interior limpio y sin desgastes importantes. Este detalle añade un valor adicional al conjunto, que ha sobrevivido más de un siglo con notable integridad.

El estado general de conservación es muy bueno. La doradura sigue siendo uniforme y brillante, con mínimas señales de uso visibles principalmente en la patena, lo que confiere autenticidad sin restar atractivo. Se trata de una pieza que no solo embellece una colección, sino que sería ideal para un sacerdote o alguien que va a ordenarse sacerdote, por su funcionalidad y simbolismo.

Una verdadera joya de la orfebrería litúrgica francesa de comienzos del siglo XX, lista para seguir cumpliendo su función espiritual.

Medidas: cáliz 23 × 12,6 × 9,4 cm (9,05 × 4,96 × 3,70 in) - patena 13,3 cm (5,24 in) de diámetro. Peso total: 412 g (cáliz 341 g + patena 71 g).

Historia de Berger-Nesme y la Casa Favier

Henri Nesme fue un reputado orfebre francés nacido en 1856 que, junto a Charles Frédéric Berger, fundó el taller Berger & Nesme en Lyon, especializado en orfebrería religiosa. Su marca, registrada oficialmente en 1889 y cancelada en 1924, incluía las iniciales “BN” flanqueando un cáliz, símbolo del tipo de piezas que producía. Este taller tuvo su primera sede en 25 Montée du Chemin Neuf, y posteriormente se trasladó a 122 rue Saint Georges, también en Lyon. Durante su trayectoria, elaboraron cálices, copones, custodias y otros objetos de altar, siempre en plata o plata dorada. Sus piezas, altamente buscadas en el mercado de antigüedades, se caracterizan por su depurada técnica, equilibrio estilístico y funcionalidad litúrgica.

En paralelo, la casa Favier, fundada en 1826 por André Michel Favier y su hermano Jean Marie François, se convirtió en uno de los referentes de la orfebrería religiosa francesa del siglo XIX y XX. Especializada en objetos litúrgicos de inspiración neogótica, sus creaciones abarcaron desde cálices y copones hasta relicarios y patenas. La firma evolucionó bajo distintas denominaciones, manteniéndose activa hasta 1976. El legado de esta casa es vasto: muchas de sus piezas forman hoy parte de colecciones eclesiásticas institucionales, y son testimonio de la pericia artesanal de la ciudad de Lyon en la Edad Contemporánea.