Antiguo Cristo de marfil con apliques de plata y certificado. Francia, siglo XVIII

 


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    Antiguo Cristo de marfil s. XVIII    
     

Antiguo Cristo de marfil. Apliques de plata y certificado. Francia, siglo XVIII


Referencia: AT-E-303



Magnífica y conmovedora representación de Cristo crucificado expirante, tallada en marfil de elefante y montada sobre una elegante cruz de madera ebonizada enriquecida con finos apliques de plata repujada. La obra procede de un taller francés y está datada en la segunda mitad del siglo XVIII, época en la que los mejores artífices del arte sacro europeo producían piezas de este tipo para capillas privadas y oratorios nobles. La escultura destaca por su gran calidad de talla y su fuerza expresiva.

El cuerpo de Cristo, esculpido con excepcional destreza, muestra una anatomía cuidadosamente modelada, con un trabajo de venas y musculatura de impresionante realismo. El rostro, de expresión serena y contenida, refleja el momento final de la expiración, transmitiendo al espectador una profunda sensación de recogimiento. El paño de pureza, de notable virtuosismo, está trabajado con doble vuelo y cuerda central, ofreciendo un bello juego de pliegues que aporta dinamismo y elegancia al conjunto.

La figura ha sido tallada en varias piezas de marfil ensambladas según la práctica habitual de la época. Piernas, tronco y cabeza en un solo bloque. Los brazos han sido tallados por separado y unidos mediante sistema clásico de encaje y clavos antiguos. El brazo izquierdo presenta una restauración visible en uno de los dedos, intervención honesta que no merma el atractivo ni el valor de la obra. Las grietas visibles en el marfil son naturales y propias de su antigüedad, aportando autenticidad a la pieza. La cruz de madera ebonizada, probablemente ébano o madera teñida, se conserva en excelente estado, libre de repintes o alteraciones. Los apliques en plata repujada adornan con refinamiento los extremos de la cruz, la cartela INRI y la base con la calavera y las tibias cruzadas, símbolo del Gólgota.

Este tipo de Cristos eran muy apreciados en su tiempo como objetos devocionales de alto nivel, destinados a capillas privadas, oratorios familiares o como regalo piadoso entre miembros de la nobleza y alta burguesía. La obra se acompaña de un certificado de autenticidad y antigüedad emitido por perito judicial, lo que refuerza aún más su valor e interés para coleccionistas e instituciones. Hoy esta pieza no solo constituye un destacado ejemplo del virtuosismo escultórico en marfil, sino que ofrece una presencia imponente y conmovedora que la convierte en un tesoro para cualquier amante del arte sacro. Sería perfecta para reintroducirla en la Iglesia, para usarla en una parroquia, o para lucirla en una colección de arte devocional europeo.

Durante los siglos XVII y XVIII, el trabajo del marfil vivió un auténtico auge en Europa, especialmente en Francia, donde se desarrollaron destacados talleres especializados en París, Dieppe y Lyon. En este contexto surgieron Cristos de marfil de extraordinaria calidad destinados a satisfacer la demanda de las clases altas, que buscaban objetos de devoción refinados y artísticamente valiosos. Los Cristos expirantes tallados en marfil destacan por el dramatismo contenido de sus representaciones y por la maestría técnica que exige el trabajo de este material noble y frágil. Los artesanos debían seleccionar cuidadosamente las secciones de marfil y ensamblar las piezas con habilidad para lograr una armonía visual perfecta. Este proceso incluía el tallado separado de brazos y a veces la cabeza, técnica que permitía un modelado más expresivo. Las obras resultantes eran muy apreciadas y solían ser montadas en cruces de maderas nobles enriquecidas con apliques de metales preciosos.

A lo largo del siglo XVIII el gusto francés evolucionó hacia representaciones cada vez más naturalistas y emotivas, como la que encontramos en este Cristo. La expresión serena y los detalles anatómicos buscan conmover al fiel y fomentar la contemplación espiritual. Hoy los Cristos de marfil franceses del siglo XVIII son piezas muy valoradas por coleccionistas y museos por su rareza, calidad y significado histórico, testimoniando una época en que arte, fe y técnica se entrelazaban de manera sublime.

No dejes escapar esta excepcional oportunidad de adquirir una obra única, con carácter, historia y un innegable valor artístico.

Medidas: 70,5 × 39,5 cm (27,7 × 15,5 in). Figura de Cristo: 26 cm de alto (10,2 in) y 23,5 cms (9,25 in) de brazo a brazo.

IMPORTANTE: Debido a la normativa vigente sobre marfiles antiguos, esta pieza no puede ser exportada fuera de Europa. La exportación de marfiles, incluso antiguos, a países fuera de la Unión Europea no está permitida por la legislación actual.


Precio : 4200 €
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