Antiguo Reloj de Bolsillo Suizo de Oro 18K con 19 Rubíes y Espiral Breguet, c. 1880

Este maravilloso reloj de bolsillo antiguo es una auténtica joya de la relojería suiza de finales del siglo XIX, una pieza de gran calidad que cautiva desde el primer instante por su elegancia, su equilibrio y su extraordinario estado de conservación. Es un reloj concebido para alguien que valore la precisión, la excelencia mecánica y la belleza atemporal de esta pieza.

La caja está realizada íntegramente en oro macizo de 18K y presenta unas proporciones especialmente armoniosas. Con un diámetro de 46 mm, ofrece un tamaño contenido pero muy agradable en la mano, elegante y perfectamente usable o coleccionable. El reloj transmite en mano una inmediata sensación de lujo, solidez y calidad. El reloj se conserva magníficamente, con un brillo cálido y uniforme y una pátina natural muy atractiva. No presenta golpes, abolladuras ni desgastes significativos, lo que lo convierte en un ejemplo sobresaliente de conservación.

La esfera esmaltada blanca es, sencillamente, preciosa. Limpia, luminosa y de una claridad excepcional, está decorada con numerales romanos perfectamente definidos, minutería perimetral precisa y un elegante segundero situado a las seis. El esmalte se encuentra en un estado impecable, sin grietas, fisuras ni restauraciones visibles, algo cada vez más difícil de encontrar en relojes de esta antigüedad. Las agujas, finas y bien proporcionadas, refuerzan el carácter clásico y refinado del conjunto.

En su interior alberga un excelente movimiento suizo de puentes, del apreciado tipo bar movement, equipado con escape de áncora o palanca suiza, claramente indicado en el guardapolvo mediante la inscripción “Ancre ligne droite”. El movimiento cuenta con 19 rubíes, con piedras visibles, lo que evidencia un nivel mecánico superior. Incorpora además volante bimetálico compensado y espiral Breguet, una combinación reservada a relojes de calidad, pensada para mejorar la regularidad y la estabilidad de marcha frente a los cambios de temperatura.

La carga y la puesta en hora se realizan mediante llave, un sistema tradicional que hoy resulta especialmente atractivo para los coleccionistas de relojería antigua. El reloj se entrega con una llave funcional moderna, perfectamente adaptada al mecanismo, aunque no original de época. El reloj ha sido probado y testado, funciona de maravilla y mantiene muy bien la hora, demostrando que su excelente conservación no es solo estética, sino también mecánica.

Estamos ante una pieza pensada para integrarse en una colección seria de relojería antigua, donde pueda ser admirada en vitrina o gabinete de colección, o para convertirse en un regalo extraordinario para una persona muy especial, alguien que sepa apreciar la historia, la precisión y el lujo discreto de un gran reloj del siglo XIX. Es un objeto que transmite distinción, cultura relojera y un gusto exquisito por las piezas auténticas.

Este reloj no es solo un instrumento de medición del tiempo: es una joya histórica, un testimonio de la gran relojería suiza y una pieza que despierta emociones. Es cada vez más difícil encontrar relojes de bolsillo de esta calidad, con caja de oro macizo, mecánica avanzada y un estado de conservación tan sobresaliente.

Una oportunidad excepcional para adquirir un reloj verdaderamente especial, pensado para ser conservado, admirado y transmitido. Un regalo inolvidable o una incorporación de primer nivel a cualquier colección de relojería antigua.

Medidas: Diámetro 46 mm. Peso: 70,7 g.

Historia del Reloj de Bolsillo Suizo del Siglo XIX

Durante la segunda mitad del siglo XIX, Suiza vivió una auténtica edad dorada de la relojería, consolidándose como el principal referente mundial en la fabricación de relojes de alta calidad. A diferencia de otros países, la producción relojera suiza se organizó en una red de talleres especializados, donde cada artesano se dedicaba a una parte concreta del reloj: escapes, volantes, espirales, cajas o esferas. Este sistema permitió alcanzar niveles extraordinarios de precisión, fiabilidad y acabado.

Los relojes suizos, como este magnífico ejemplar, solían llevar inscripciones en francés que destacaban claramente sus cualidades técnicas: “Ancre ligne droite”, “Balancier compensé” o “Spiral Breguet”. Estas menciones eran auténticos sellos de prestigio y servían para diferenciar los relojes de categoría superior frente a modelos más sencillos, como los de escape de cilindro, todavía comunes en esa época.

La introducción del volante compensado y la espiral Breguet supuso un avance decisivo en la estabilidad de marcha, especialmente valorado por profesionales, comerciantes y viajeros. Aunque a finales del siglo XIX comenzaban a popularizarse los sistemas de carga por corona, los relojes de carga por llave seguían siendo sinónimo de tradición, robustez y fiabilidad, y gozaban de gran prestigio entre los usuarios más conservadores.

Hoy en día, los relojes de bolsillo suizos de este periodo son piezas muy buscadas por coleccionistas de todo el mundo. Representan una época en la que la relojería combinaba arte, técnica y elegancia sin concesiones. Encontrar un reloj de estas características, con caja de oro y en un estado de conservación tan notable, es cada vez más excepcional, lo que lo convierte en una pieza con un fuerte atractivo emocional y un indudable interés como objeto de colección.