Referencia: AR-E-175
Este magnífico conjunto de cáliz y vinajeras, fabricado alrededor del año 1880, es una auténtica joya para cualquier coleccionista o entusiasta de artículos religiosos antiguos. El cáliz está elaborado en plata dorada, adornado con exquisitas filigranas, esmaltes vibrantes y cabujones de turquesas, reflejando una habilidad artesanal excepcional de la época. En la base del cáliz, se encuentran delicados esmaltes representando a Jesús, José y María, todos en perfectas condiciones, con colores vibrantes que resaltan con una vitalidad sorprendente. Además, una cruz esmaltada se ubica en la base, rodeada por detalles de filigrana en plata con turquesas cabujón, complementando la decoración incisa que añade un toque de elegancia.
El nudo del cáliz está adornado con esmaltes y una decoración vegetal intricada, mientras que la copa muestra más filigranas en plata y turquesas, continuando con el mismo nivel de detalle y belleza. Este cáliz, además de su esplendor visual, lleva contrastes en la copa y la base, con una inscripción en la parte inferior que dice "Régis Bougal, 2 de Febrero de 1885", posiblemente el nombre del antiguo dueño y su fecha de ordenación, lo que agrega un valor histórico y sentimental al objeto.
La patena, también de plata dorada, comparte los mismos contrastes que el cáliz. En su centro, está grabado el Cordero de Dios y la inscripción en latín "Panis Vivus. Agnus Dei", añadiendo un significado espiritual profundo al conjunto. Este detalle cuidadosamente grabado resalta la devoción y la importancia del objeto en el contexto litúrgico.
Las vinajeras, igualmente en estado impecable, están hechas presumiblemente de metal dorado y no llevan contrastes. Sin embargo, su esplendor no se ve disminuido, presentando cruces esmaltadas en rojo y azul para diferenciar el agua del vino. La bandeja que las acompaña está decorada con esmaltes de los cuatro evangelistas: San Juan, San Mateo, San Marcos y San Lucas, cada uno representado con sus respectivos símbolos, todos en perfecto estado de conservación.
Este conjunto es verdaderamente raro y excepcional, especialmente en un estado de conservación tan impecable. Su estuche original añade una capa adicional de autenticidad y preservación, convirtiéndolo en una pieza invaluable tanto para coleccionistas como para su uso en ceremonias religiosas. El estado como nuevo de este conjunto sugiere que ha sido cuidadosamente guardado y protegido, lo cual es raro encontrar en artículos de esta antigüedad. La calidad de los esmaltes, así como el brillo intacto de la plata dorada, reflejan la excelencia en la conservación de esta pieza.
Además, la inclusión de inscripciones y decoraciones tan detalladas no solo realza la belleza estética del conjunto, sino que también proporciona un contexto histórico significativo. La inscripción "Régis Bougal, 2 de Febrero de 1885" ofrece una conexión personal con el pasado, permitiendo imaginar las ceremonias religiosas en las que este cáliz fue utilizado y el respeto con el que se trató a lo largo de los años. Este tipo de detalles personales y la conservación excepcional hacen de este conjunto una adición destacada a cualquier colección de arte sacro.
La atención al detalle en cada componente de este conjunto es impresionante. Los esmaltes, que han conservado su viveza y claridad, son un testimonio de la habilidad de los artesanos de la época y de la durabilidad de las técnicas empleadas. Las filigranas y los cabujones de turquesa en el cáliz son particularmente notables, añadiendo un toque de lujo y distinción que sería apreciado tanto en el pasado como en el presente.
Para cualquier coleccionista o institución que valore la historia y la artesanía, este conjunto de cáliz y vinajeras representa una oportunidad única. No solo es un objeto de devoción religiosa, sino también una obra de arte que encapsula la historia y la espiritualidad de la época en que fue creado. Adquirir este conjunto es adquirir una pieza de historia, una conexión tangible con el pasado y un ejemplo de la maestría artesanal de fines del siglo XIX.
Este conjunto en particular, creado alrededor de 1880, es un ejemplo excelente de la artesanía y la dedicación empleadas en la creación de objetos litúrgicos. La inscripción "Régis Bougal, 2 de Febrero de 1885" sugiere que el cáliz fue un regalo especial, posiblemente con motivo de la ordenación de Bougal, y añade un toque personal y conmovedor a la pieza. Los esmaltes representando a los santos y los evangelistas destacan la riqueza espiritual y el significado de estos objetos, que han sido cuidados y preservados con gran esmero a lo largo de los años.
Este conjunto de cáliz y vinajeras refleja la riqueza de la tradición litúrgica y el arte sacro, simbolizando no solo la devoción religiosa, sino también el patrimonio cultural de una época pasada. La combinación de materiales preciosos y la habilidad artesanal hace de este conjunto una pieza única y valiosa, digna de ser exhibida en colecciones de alto nivel o de ser utilizada en ceremonias litúrgicas actuales, manteniendo viva la tradición y la historia que representa.
¡No dejes pasar esta oportunidad única para poseer una pieza histórica y exquisita que sin duda será una joya en cualquier colección o ceremonia religiosa!
Medidas: Cáliz: 26,2 cm (10,31 in) de altura, copa de 9,6 cm (3,78 in) de diámetro, base de 16,3 cm (6,42 in) de diámetro. Patena: 14,5 cm (5,71 in) de diámetro. Vinajeras: 16 cm (6,3 in) de altura. Bandeja: 29,5 cm (11,61 in) de largo, 18,5 cm (7,28 in) de ancho. Peso Total: 646 gramos.
Historia del Cáliz y Vinajeras
La historia del cáliz y las vinajeras se remonta a la Edad Media, cuando estos objetos comenzaron a ser utilizados en ceremonias litúrgicas. El cáliz, esencialmente un vaso sagrado, se utiliza para contener el vino durante la Eucaristía, mientras que la patena sostiene el pan consagrado. Estos objetos eran a menudo elaborados con metales preciosos y decorados con piedras preciosas y esmaltes, reflejando la importancia de los ritos religiosos y la devoción de los artesanos. Las vinajeras, que contienen el agua y el vino utilizados en la Misa, también se convirtieron en objetos de arte sacro, decorados con simbología religiosa.