Antiguo Reloj de Sobremesa en Bronce Dorado. Alegoría a la Jardinería, Francia, 1840

Este precioso reloj de sobremesa francés, fabricado hacia 1840, es una excelente muestra del arte decorativo del siglo XIX y destaca especialmente por su magnífico estado de conservación. Ejecutado en bronce dorado al mercurio, técnica típica de la época y actualmente prohibida por su toxicidad, el dorado original se encuentra en un estado excepcional, con brillo uniforme, sin pérdidas ni oxidaciones visibles. Esta calidad de conservación, muy poco frecuente, realza la presencia visual y el valor de la pieza.

La escena representada es una alegoría a la jardinería, tema recurrente en la iconografía neoclásica. Un querubín de rasgos delicados se apoya con naturalidad sobre la caja del reloj, sosteniendo una pequeña pala en la mano, mientras a su lado descansan un rastrillo, una azada y un cesto lleno de flores. La composición se completa con un jarrón clásico rebosante de rosas que corona la parte superior, evocando el cuidado y la fertilidad de la naturaleza cultivada. Toda la escultura está trabajada con finos detalles, propios de la mejor fundición francesa del periodo.

La caja del reloj está integrada con elegancia en la escena, con una esfera de porcelana blanca en perfecto estado, numeración romana en negro y agujas negras tipo Breguet. Está rodeada por un anillo de bronce finamente labrado con motivos florales, mientras que la base rectangular incorpora un medallón en relieve con una escena clásica central flanqueada por guirnaldas y elementos vegetales simétricos.

El mecanismo es un movimiento de tipo París, con suspensión a hilo y sonería sobre campana que marca las horas y las medias. Funciona perfectamente, está revisado y se entrega operativo. Su funcionamiento suave y preciso confirma el buen estado técnico del conjunto, convirtiéndolo en una pieza tan funcional como decorativa. La sonería es clara y está sincronizada, aportando un valor funcional adicional a la belleza escultórica.

Piezas como esta, con temática alegórica, dorado original bien conservado y funcionamiento garantizado, representan una oportunidad excepcional tanto para coleccionistas como para quienes buscan una pieza decorativa histórica de alta calidad. El reloj combina estética, funcionalidad y una ejecución técnica sobresaliente. Se adapta con elegancia a ambientes clásicos y también como contraste refinado en espacios contemporáneos.

Medidas: 39,5 x 26 x 9,5 cm (15,55 x 10,24 x 3,74 in).

Historia de los Relojes de Sobremesa Franceses del Siglo XIX

Durante el siglo XIX, los relojes de sobremesa fabricados en Francia, especialmente en París, alcanzaron una reputación internacional por su calidad técnica y su riqueza artística. Los broncistas, escultores y relojeros colaboraban estrechamente para producir piezas decorativas que no solo marcaban el tiempo, sino que lo hacían con elegancia y simbolismo. Las escenas alegóricas, como esta dedicada a la jardinería, estaban cargadas de significado y buscaban transmitir valores culturales de la época.

El uso del dorado al mercurio permitía acabados brillantes y duraderos, y hoy en día se valora especialmente cuando, como en este caso, se conserva de forma original y sin repintes. El movimiento conocido como “maquinaria París” fue el estándar técnico durante más de un siglo, y aún hoy se considera fiable y fácil de mantener. Su combinación con la suspensión a hilo y sonería sobre campana lo convierte en un sistema valorado por coleccionistas y profesionales.

La alta demanda de este tipo de relojes se debe tanto a su función práctica como a su valor como objeto artístico y de colección. Su escasez en buen estado los hace especialmente codiciados en el mercado de antigüedades y garantiza su revalorización a medio y largo plazo.