Referencia: AR-E-100
Presentamos un precioso cáliz antiguo francés de plata y metal dorado, una joya religiosa que data aproximadamente de 1880. Este conjunto, en excelente estado de conservación, se compone de un cáliz con una copa en plata dorada que resalta por sus contrastes en el borde, y una base y nudo elaborados en metal dorado. El dorado de ambas piezas se mantiene en condiciones excepcionales, reflejando el cuidado y la dedicación con los que han sido preservadas a lo largo de los años.
El cáliz viene acompañado de una patena de plata dorada, que, al igual que el cáliz, muestra los mismos contrastes en el borde, confirmando que ambos artículos pertenecen al mismo conjunto original. La patena presenta en su centro una hermosa imagen de un cordero con las inscripciones en latín "Panis Vivus" y "Agnus Dei", que significan "Pan Vivo" y "Cordero de Dios" respectivamente. Este detalle añade un valor litúrgico y simbólico significativo al conjunto.
En la base del cáliz, se encuentra la inscripción en latín "Calicem salutaris accipiam: et nomen Domini invocabo", que se traduce como "Tomaré el cáliz de la salvación e invocaré el nombre del Señor". Este texto resalta la importancia del cáliz en los rituales religiosos y su profunda conexión con la fe.
El nudo del cáliz está meticulosamente decorado y forma la palabra "JESUS", un detalle que no solo embellece la pieza sino que también refuerza su propósito sacro. En la copa del cáliz, la inscripción en latín "Hic Est Enim Calix Sanguinis Mei" ("Este es el cáliz de mi sangre") completa la obra, destacando su función esencial en la celebración de la Eucaristía.
Todo el conjunto se presenta en su estuche original de la época, una caja forrada en terciopelo rojo que añade un toque de elegancia y autenticidad, garantizando que este tesoro religioso sea una adición invaluable para cualquier colección o para su uso en ceremonias litúrgicas. Esta pieza no solo es un artefacto religioso, sino también una obra de arte que refleja la devoción y la maestría de los artesanos de la época.
Este cáliz y patena franceses, datados alrededor de 1880, son un ejemplo perfecto de la maestría artesanal de la época. Las inscripciones en latín y los detalles decorativos reflejan una profunda reverencia por los símbolos religiosos, haciendo de este conjunto una pieza significativa tanto históricamente como espiritualmente. La conservación del estuche original también es un testimonio del cuidado y respeto con los que se ha tratado este conjunto a lo largo del tiempo, preservando su integridad para las futuras generaciones.
No pierda la oportunidad de adquirir este espléndido cáliz y patena, que además de su belleza estética, aportará un valor histórico y espiritual incomparable.
Medidas: Cáliz: 21 cm (8,27 in) de altura, 9 cm (3,54 in) de diámetro de la copa, 13 cm (5,12 in) de diámetro de la base. Patena: 13,2 cm (5,2 in) de diámetro.
Historia del Cáliz y la Patena
El cáliz y la patena han sido elementos esenciales en la liturgia cristiana desde los primeros días de la Iglesia. Estos artefactos sagrados se utilizan para contener el vino y el pan durante la celebración de la Eucaristía, representando la sangre y el cuerpo de Cristo. A lo largo de los siglos, los cálices y las patenas han sido elaborados con diversos materiales preciosos y diseños intrincados, reflejando tanto el arte sacro como la devoción religiosa.
Durante el siglo XIX, Francia se destacó por la calidad y el detalle de sus artefactos litúrgicos, produciendo piezas que combinaban la belleza artística con la funcionalidad religiosa. Los talleres franceses, conocidos por su habilidad en el trabajo con metales preciosos, crearon cálices y patenas que no solo servían para los rituales religiosos, sino que también eran apreciados por su valor estético.