Antiguo Reloj de Bolsillo Catalino. Dos cajas de plata. Charles Cabrier III. Londres, 1792

Elegancia, tradición y maestría relojera se unen en esta magnífica pieza firmada por Charles Cabrier III, datada en el año 1792. Se trata de un antiguo reloj de bolsillo tipo catalino con dos cajas de plata contrastadas, un sistema característico del siglo XVIII que ofrecía mayor protección al mecanismo. Esta pieza conserva su carácter original y, lo más notable: funciona correctamente a pesar de contar con más de dos siglos de historia.

La esfera esmaltada en blanco presenta números romanos en negro de excelente trazo y dos agujas fassonzeiger en un espectacular tono azul cobalto. A las 12, el nombre "CABRIER"; a las 6, “London”. Dos marcas simples pero inconfundibles que identifican el prestigio de su autor y el origen británico del reloj.

La doble caja en plata lleva contrastes claramente visibles que certifican su origen londinense y su fabricación en 1792, incluyendo el número de serie 26146. En el interior de la caja exterior se observan los punzones oficiales, entre ellos el del maestro platero, el del león rampante y el de la ciudad, con el año exacto.

El corazón del reloj se encuentra en la maquinaria, que revela el esmero con el que fue concebida: un movimiento catalino (fusee) finamente decorado, con detalles en dorado y una tapa calada bellamente grabada con elementos florales y un escudo central. En el lateral del puente puede leerse “Chas. Cabrier – London”, acompañado del número de serie que coincide con el de las cajas, confirmando su integridad y autenticidad.

Este reloj no presenta defectos mecánicos aparentes y está en pleno funcionamiento, una característica muy poco común en relojes de esta antigüedad. Algunas ligeras marcas en la caja externa dan testimonio de su uso real y de los siglos que ha acompañado a sus dueños, aportando autenticidad sin comprometer su belleza.

Una pieza ideal para los amantes de la historia relojera británica, perfecta tanto para su exhibición como para enriquecer una colección seria de relojes antiguos. Por su estado de conservación, firma reconocida y funcionamiento, este reloj es también una inversión sólida.

Una joya atemporal que combinará a la perfección como núcleo de una colección relojera dedicada al siglo XVIII.

Medidas: Caja Interior: 4,2 cm (1.65 in) / Caja Exterior: 5,0 cm (1.96 in).

Historia de Charles Cabrier III

Charles Cabrier III (1729–1810) fue el último representante de una dinastía de relojeros franceses establecidos en Inglaterra, una de las más prestigiosas del siglo XVIII. Nieto de Charles Cabrier I, hugonote francés que emigró a Londres a finales del siglo XVII tras la revocación del Edicto de Nantes, e hijo de Charles Cabrier II, relojero del Gremio de Relojeros de Londres (Clockmakers’ Company), el joven Cabrier heredó no solo el nombre sino también el prestigio y la habilidad en la fabricación de relojes de precisión.

Cabrier III fue admitido como "Free Brother" (maestro) del gremio en 1756, tras un exigente periodo de aprendizaje y servicio. A diferencia de su padre y abuelo, que trabajaron mayoritariamente con relojes de sobremesa y mecanismos de gran formato, Charles Cabrier III destacó en la elaboración de relojes de bolsillo con movimientos catalinos (fusee) de extrema calidad y precisión, con un claro estilo inglés pero una fuerte raíz decorativa francesa.

Trabajó en la ciudad de Londres, en talleres ubicados en zonas clave como Soho y Clerkenwell, y firmaba sus piezas como “Chas. Cabrier – London”. Los relojes de su autoría se reconocen por sus cuidadas decoraciones en el mecanismo, sus tapas grabadas, la esmerada factura del escape y el uso de cajas dobles en plata de ley. En el siglo XVIII, sus relojes eran considerados artículos de lujo y precisión, a menudo exportados a mercados europeos y coloniales.

Actualmente, relojes de Charles Cabrier III forman parte de colecciones permanentes en museos como el British Museum y el Science Museum de Londres, así como en importantes colecciones privadas. Su legado representa la cima del arte relojero del siglo XVIII, siendo cada reloj firmado por él un testimonio del esplendor técnico y estético de la relojería inglesa.