Antiguo Reloj de Bolsillo Longines Ultrafino. Oro 18K y Zafiros. Suiza, Circa 1930

Este bellísimo y antiguo reloj de bolsillo Longines, fabricado en Suiza hacia 1930, destaca por su excepcional diseño Art Déco, su fino perfil y la riqueza de materiales utilizados en su confección. Se trata de una pieza ultrafina elaborada en oro de 18 quilates, con contrastes visibles tanto en la tapa trasera como en el colgante, lo que garantiza la autenticidad del noble metal. La carrura está elegantemente decorada con una guirnalda de zafiros talla cuadrada de profundo color azul, que se repiten también en el borde de la anilla de la corona, aportando un contraste visual de gran refinamiento y armonía.

La esfera, con una pátina natural acorde a su edad, conserva en excelente estado los números arábigos negros, perfectamente legibles, y las agujas tipo ‘fassonzeiger’ en azul cobalto, que conservan toda su forma y encanto original. El nombre de la prestigiosa marca Longines aparece en la parte superior central, en la posición de las 12. Rodeando el centro del dial se aprecia una delicada ornamentación en forma de guirnalda grabada, que refuerza el carácter decorativo y cuidado de esta pieza.

La parte trasera del reloj presenta una tapa completamente lisa, también en oro de 18K, con signos mínimos del paso del tiempo, sin grabados ni inscripciones, lo que permite al futuro propietario la posibilidad de personalizarla si así lo desea. Al abrir la tapa, se revela el espléndido mecanismo mecánico de cuerda manual firmado por Longines, en perfecto estado de funcionamiento. La maquinaria, de construcción limpia y precisión suiza, luce puentes decorados con tornillos azulados y rubíes en chatones, mostrando una mecánica de alta gama propia de la casa Longines en su época dorada.

En el interior de la tapa podemos ver grabado el contraste del oro "18K", junto al número de serie 3897273, que coincide con el de la maquinaria, reafirmando la integridad y originalidad de esta joya relojera. El movimiento, completamente funcional y bien conservado, asegura una marcha fiable, gracias a su reciente revisión por parte de un relojero especializado.

El diseño refinado, la calidad de los materiales y la belleza de los acabados hacen de este reloj una pieza que no solo fascina a coleccionistas, sino que también resulta ideal para quienes buscan un reloj con alma, historia y valor artístico.

Por su rareza y elegancia, este antiguo reloj de bolsillo Longines es una oportunidad única para adquirir una pieza de gran valor patrimonial. Quedaría fantástico como elemento protagonista en una vitrina de colección o regalo para alguien especial.

No dejes pasar esta pieza tan representativa del diseño relojero suizo de entreguerras.

Medidas: 4,6 cm (1.81 in). Peso: 57 g.

Historia de Longines

La firma Longines, fundada en 1832 por Auguste Agassiz en Saint-Imier, Suiza, es una de las casas relojeras más antiguas y prestigiosas del mundo. Desde sus inicios, Longines se ha destacado por su búsqueda de precisión, innovación técnica y elegancia estética, valores que todavía hoy siguen siendo su sello distintivo. La empresa introdujo su famoso logotipo de reloj de arena alado en 1889, convirtiéndose en una de las primeras marcas en registrar su emblema, lo que ha reforzado su identidad visual a nivel internacional.

Durante las primeras décadas del siglo XX, y especialmente en el periodo de entreguerras, Longines se consolidó como líder en relojería técnica, participando activamente en la fabricación de cronómetros de aviación y dispositivos de alta precisión utilizados por exploradores, militares y científicos. Esta época, de gran esplendor para la marca, coincidió con la corriente artística Art Déco, que influyó notablemente en el diseño de sus relojes, otorgándoles un carácter estilizado, moderno y refinado.

Los relojes de bolsillo producidos por Longines en los años 1920 y 1930 representan un punto culminante de su savoir-faire relojero, combinando tecnología avanzada para la época con una estética exquisita. Modelos como este, realizados en oro y decorados con piedras preciosas, estaban destinados a una clientela selecta, formada por aristócratas, empresarios y grandes personalidades del mundo de la cultura y la política.

Longines ha mantenido siempre una fuerte relación con el mundo de la cronometraje deportivo, siendo cronometrador oficial de múltiples eventos internacionales. Actualmente, la marca forma parte del grupo Swatch, pero conserva su identidad original como símbolo de calidad, elegancia atemporal y fiabilidad suiza. Las piezas antiguas de Longines, especialmente las fabricadas en la primera mitad del siglo XX, son muy valoradas en el mercado de coleccionismo y relojería histórica por su precisión, belleza y legado.