Raro Reloj de Bolsillo Antiguo con Calendario y Fases Lunares. 67 mm. Suiza, Circa 1890

Este extraordinario reloj de bolsillo, fabricado en Suiza hacia 1890, es una pieza que destaca por su tamaño, complejidad mecánica y belleza estética. Con un generoso diámetro de 67 mm, este reloj antiguo combina con elegancia la funcionalidad de sus múltiples complicaciones con una refinada presentación visual. Se trata de un reloj calendario completo, con indicación de día de la semana, fecha, mes y fases lunares, todas plenamente operativas. Su excelente funcionamiento lo convierte no solo en un objeto decorativo o de colección, sino también en un ejemplo vivo de la alta relojería mecánica del siglo XIX.

La caja, fabricada en acero, presenta un atractivo contraste gracias a su fileteado y anilla dorados. En su tapa interior encontramos el sello ovalado "METAL GARANTI – GARANTIE METALLERIE" junto con los números de serie 616 y 5718, elementos que acreditan su autenticidad. Bajo la tapa trasera, una tapa guardapolvo de cristal protege el movimiento; si bien esta presenta una fina grieta, su estado general es sólido y sigue cumpliendo perfectamente su función protectora, aportando además un toque de autenticidad y pátina que solo los años pueden conferir.

La esfera esmaltada de porcelana blanca es uno de los elementos más notables de este reloj. A su alrededor se disponen elegantes números romanos azules en las posiciones horarias y una escala de minutos con números arábigos negros. En ella encontramos detalles decorativos dorados aplicados a mano que refuerzan su carácter ornamental. Los subdiales para el mes, el día de la semana y la fecha están rotulados en francés, característica habitual de la producción relojera suiza de la época. Las agujas, negras y finamente trabajadas en estilo Luis XV, armonizan perfectamente con el diseño global.

En los laterales de la caja se ubican pequeños pines o pulsadores que permiten ajustar las diferentes funciones del calendario, una solución técnica típica en los relojes complicados de finales del siglo XIX. Su maquinaria visible muestra un meticuloso trabajo de engranajes y componentes de bronce y acero, resultado del saber hacer de la alta relojería helvética.

Esta pieza es una magnífica oportunidad para los amantes del coleccionismo relojero y para quienes valoran las creaciones mecánicas con historia y carácter. Ideal para ser admirado en una vitrina de colección o para formar parte de una elegante decoración vintage.

Este reloj de bolsillo antiguo reúne elegancia, técnica y rareza en un solo objeto: una joya relojera difícil de encontrar en tan buen estado.

Medidas: 6,7 cm (2.64 in).

Historia de los relojes de bolsillo con calendario y fases lunares

Los relojes de bolsillo con complicaciones como el calendario completo y las fases lunares surgieron durante el siglo XVIII, pero alcanzaron su máximo esplendor en el siglo XIX. La combinación de estas funciones representaba el dominio absoluto de la relojería mecánica, que buscaba no solo indicar la hora con precisión, sino también registrar el paso del tiempo de manera astronómica y calendárica. La indicación de fases lunares, especialmente, tenía un componente romántico y científico a la vez, ya que permitía seguir el ciclo lunar con una precisión que se valoraba tanto en contextos rurales como entre aficionados a la astronomía.

Durante el siglo XIX, Suiza se consolidó como el líder indiscutible en la fabricación de relojes de alta complicación. Las principales casas relojeras desarrollaron mecanismos cada vez más complejos y fiables, con sistemas que permitían mostrar los días de la semana, los meses, la fecha y la fase de la luna en pequeñas esferas integradas en la carátula principal del reloj. Estas piezas eran elaboradas casi exclusivamente a mano y destinadas a una clientela selecta que valoraba tanto la utilidad práctica como el refinamiento estético y técnico.

Este tipo de reloj, al contar con múltiples funciones ajustables mediante pulsadores externos, requería de una maestría técnica tanto en su fabricación como en su mantenimiento. No es casualidad que muchos de estos relojes hayan terminado en museos o colecciones privadas. Con el paso del tiempo, los relojes de bolsillo fueron desplazados por los relojes de pulsera, especialmente tras la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, los ejemplares antiguos con complicaciones siguen siendo altamente valorados hoy por su belleza, rareza y por el legado de una época dorada de la relojería artesanal.