Antiguo Reloj de Bolsillo Catalino. Dos Cajas. John Ryland. Inglaterra, circa 1770

Este antiguo reloj de bolsillo catalino firmado por el relojero londinense John Ryland hacia 1770 encarna a la perfección el refinamiento y la destreza técnica que caracterizaron a la relojería inglesa del siglo XVIII. Con sus dos cajas tradicionales, una interior destinada a proteger el movimiento y una exterior concebida para conferir presencia y seguridad, este reloj se presenta como una pieza excepcional que combina elegancia, equilibrio y un profundo valor histórico.

Desde el primer vistazo destaca la caja exterior de carey auténtico cuyo veteado natural despliega una gama de tonalidades cálidas que dotan al reloj de una personalidad única y profundamente atractiva, con su veteado característico, una combinación de tonos que se mueven entre el ámbar luminoso y los marrones profundos, creando un efecto visual singular y lleno de carácter. En las piezas relojeras de prestigio del periodo georgiano, la selección del carey, era un material destinado a otorgar distinción al propietario del reloj. Un material de lujo exclusivo.

Al abrir la caja exterior el reloj invita a descubrir su tesoro interior, una maquinaria finamente trabajada decorada con grabados minuciosos y un puente calado donde destaca la figura de un ave en relieve que parece elevarse entre las volutas ornamentales. Este movimiento catalino con cadena fusée marcado con el número 4864 y firmado John Ryland (Jno. Ryland), London, es un magnífico ejemplo del arte relojero londinense de la segunda mitad del siglo XVIII.

Todo en la maquinaria desde el dorado antiguo hasta los tornillos azulados y la armonía general del conjunto revela el trabajo paciente de manos expertas que hace más de dos siglos dieron forma a este mecanismo excepcional. No menos relevante es que funciona perfectamente y mantiene la hora con notable precisión lo cual añade un atractivo determinante para cualquier amante de la relojería histórica. La esfera esmaltada con números romanos estilizados y agujas de acero azulado se conserva en excelente estado sin grietas ni golpes lo que subraya la magnífica preservación de la pieza.

Este reloj destaca especialmente dentro de una colección dedicada a la relojería antigua donde su belleza técnica y su autenticidad resultan irresistibles. También puede presentarse con elegancia en una vitrina especializada donde su presencia y delicadeza mecánica lo convierten en un objeto admirable. Su armonía estética y su perfecto funcionamiento hacen de este reloj un regalo excepcional para quien valore la relojería del siglo XVIII y los objetos cargados de historia.

Este reloj catalino representa una oportunidad singular para incorporar a una colección una pieza inglesa del siglo XVIII en magnífico estado con una belleza inconfundible y un buen funcionamiento. Un reloj histórico preparado para seguir mostrando la hora del día con la misma elegancia que hace más de dos siglos.

Medidas: Caja exterior 47 mm; caja interior 39 mm.

Historia de los relojes catalinos y del relojero John Ryland

Los relojes catalinos forman uno de los capítulos más influyentes de la historia relojera europea. Su característico escape de rueda catalina asociado a la cadena fusée definió la relojería portátil desde el siglo XVI hasta comienzos del XIX. Este sistema permitía regular la fuerza del muelle real ofreciendo una marcha más estable y precisa. Durante el periodo georgiano Londres se consolidó como el principal centro mundial en la producción de estos relojes alcanzando niveles admirables tanto en calidad técnica como en ornamentación. En este contexto se popularizó el uso de relojes de doble caja donde la exterior, a veces elaborada en materiales nobles como el carey, aportaba belleza con un marcado carácter estético.

En cuanto al relojero John Ryland, la documentación conservada es escasa pero suficiente para situarlo como uno de los artesanos activos en Londres entre aproximadamente 1760 y 1780. Sus relojes firmados y numerados se identifican por su cuidada disposición mecánica, sus grabados decorativos y su coherencia con la escuela inglesa del periodo. La presencia de motivos grabados y puentes calados, así como la numeración consecutiva observada en distintas piezas conocidas, demuestra que Ryland formó parte del amplio grupo de relojeros londinenses cuya producción contribuyó al prestigio de la relojería inglesa en el siglo XVIII.

Los relojes catalinos con caja de carey y maquinaria grabada, como este ejemplar, representan la síntesis perfecta entre nobleza material y sofisticación técnica. Su relevancia histórica y su elegancia tan característica los convierten en piezas imprescindibles para comprender la evolución de la relojería portátil en Europa.