Antiguo Casco y Coraza de Coracero Francés Modelo 1874. Francia, S. XIX

Impresionante y antiguo casco y coraza de coracero francés modelo 1875, en estado de museo. Esta magnífica pieza procede de Francia y es original del siglo XIX, encontrándose por lo demás en impresionante estado de conservación. El conjunto está completo y conserva incluso las partes más delicadas, como el interior del casco o la pluma que lo corona (probablemente original de época). El caso también preserva el penacho original de crin de caballo, una tupida mata de pelo negro con una trenza en el centro. Tanto en la coraza como en el casco encontramos una serie de marcas grabadas en el metal: el casco lleva grabados el número 57 (probablemente la talla), un símbolo en un marco ovalado, una P mayúscula y la marca A. GODILLOT. Por su parte, la coraza incluye una inscripción interior grabada a mano Manufacture D’armes de Châtellerault acompañada de una fecha, Septiembre 1877.

El casco es una pieza hermosísima, en un estado impecable y llena de detalles. Incluye un remate superior dorado con un mascarón y un motivo frontal, también dorado. El motivo representa una botella esférica de cuyo cuello salen llamas, rodeada de ramas. La coraza, por su parte, conserva los tirantes y cadenas originales dorados en magníficas condiciones. El cinturón que ciñe la parte inferior es original de época y está completo, con sus hebillas y sus remaches. Está ligeramente deteriorado, pero es un detalle apenas visible.

Cualquier coleccionista de antigüedades relacionadas con la historia militar de Europa quedará deslumbrado por este antiguo casco y coraza de coracero francés modelo 1875, en estado de museo y de impresionante atractivo.

Historia de los Coraceros Franceses

El nombre de coracero designa a cierto tipo de soldado de caballería que va protegidos con corazas. Son herederos directos de los caballeros medievales, de los cuales conservan solo la coraza y el casco de hierro. Los primeros que aparecen en Europa surgen a finales del siglo XV, pero el cuerpo más reconocible y célebre es sin duda el de los Coraceros Franceses (cuirassiers) que participaron en las Guerras Napoleónicas. Este cuerpo se crea como tal a través de tres decretos, emitidos por Napoleón Bonaparte (entonces todavía cónsul) en 1801, 1802 y 1803. El objetivo de su creación fue reforzar al cuerpo de caballería pesada (cavalerie), que había salido bastante mal parado durante las guerras revolucionarias. Para ello se decidió mejorar la protección de los soldados, añadiendo la coraza que les daría nombre.

Durante las guerras napoleónicas los coraceros franceses llegaron a ser legendarios por su valor y su destreza, participando en contiendas como la Batalla de Austerlitz, la invasión de España y la batalla de Waterloo. La última guerra en la que intervinieron fue la llamada Segunda Intervención, el conflicto que mantuvieron algunos países europeos (entre ellos Francia) con México entre 1862 y 1867.