Precioso Reloj de Sobremesa Junghans Funcionando Muy Bien. Alemania, Circa 1890

Este precioso y antiguo reloj de sobremesa, con caja de madera de nogal maciza y en perfecto estado de funcionamiento, es un modelo de la marca alemana Junghans fabricado a finales del siglo XIX (circa 1890). Se trata de un diseño de péndulo, realizado para la exportación y completamente restaurado y revisado: a día de hoy, el reloj muestra toda su belleza y funciona de maravilla. El mecanismo da las horas y las medias, garantizando la precisión y fiabilidad que siempre han caracterizado a la marca relojera alemana. Su estética clásica lo convierte en un artículo muy decorativo, perfecto para aportar un toque de clase a cualquier ambiente. La maquinaria ha sido revisada, ajustada y engrasada por un relojero profesional.

Si abrimos la portezuela situada en la parte trasera del reloj, en el mecanismo interno veremos el logotipo de la marca Junghans para la exportación: dos flechas cruzadas con las puntas para arriba. La firma relojera fue fundada en 1851 por Erhard Junghans y su cuñado, Jakob Zeller-Tobler, en la localidad alemana de Schramberg. Algunos de los diseños de la firma se conservan en prestigiosos museos como el MOMA de Nueva York, donde se puede ver un magnífico reloj de pared creado para la marca por el diseñador Max Bill en 1956-57. Hoy día la empresa es una poderosa multinacional con presencia en el sector de los mecanismos de defensa militar, entre otros campos.

La caja del reloj que podemos ver en las imágenes es de madera de nogal tallada a mano, muy bien conservada y con delicados detalles ornamentales de inspiración neoclásica. En la parte delantera podemos ver dos semicolumnas estriadas que flanquean la esfera, y sobre la base moldurada hay un friso formado por semiesferas de latón y cuarterones de madera. La caja está rematada en su parte superior por un vistoso copete, formado por tres pináculos y decorado por una semiesfera de latón. La esfera del reloj, protegida por una puerta de vidrio, es de latón dorado y metal plateado, con números arábigos pintados en negro; se conserva la llave original. En la cara interior de la puerta trasera hay una antigua etiqueta de papel con el número 3106 impreso. PROCESO DE RESTAURACIÓN: Principalmente, el reloj ha necesitado una limpieza a fondo y un nuevo terminado. La caja tenía algunas piezas que se movían y se estaban despegando porque el pegamento antiguo tiende a cristalizar. También tenía capas y capas de cera antigua que daban al reloj un color oscuro y que no dejaba ver la veta de la madera. Se limpió y eliminó la cera antigua, se restauraron las piezas que se movían y se le dio un acabado satinado. Un relojero profesional revisó y ajustó la maquinaria y el gong. Ahora el reloj tiene un aspecto fantástico, funciona maravillosamente y está preparado para que dure muchos, muchos años más.

De sobria elegancia y contrastada antigüedad, este reloj Junghans es una auténtica joya y una pieza de gran valor estético.

Medidas: Ancho: 26 cm. Alto: 45 cm.