Ref: AR-A-075
Bellísimo atril realizado en bronce del siglo XIX y procede de Francia. Es una pieza de gran calidad, toda una obra de arte sacro que además ha llegado hasta nosotros en muy buen estado de conservación. El atril está formado por una caja rectangular con cuatro pequeñas patas, cubierta por una tapa elevable de bronce sobre la que se apoyaban el Misal o la Biblia en las celebraciones religiosas. La caja es sin duda la parte más hermosa de esta pieza: está formada por una hilera de piezas de bronce con forma de flor, soldadas entre sí y soportadas por una estructura también de bronce.
Las piezas de los laterales están adornadas con piedras transparentes de colores, mientras que las traseras no llevan adorno alguno.
Las piezas frontales llevan la ornamentación más bella: están decoradas con esmaltes intercalados con piedras. El esmalte central representa a Jesucristo y es el de mayor tamaño. A ambos lados de este detalle, cuatro medallones muestran los símbolos de los cuatro Evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). Los esmaltes tienen fondo azul claro y están decorados con tonos dorados, rojos, verdes y amarillos. Todos ellos están en perfecto estado de conservación, con los colores vivos y vibrantes y sin partes rotas ni desaparecidas.
La tapa superior, que se alza para formar la superficie de apoyo de libro, está realizada con una hoja de bronce lisa y regular.
Su superficie muestra una decoración punzonada que forma la silueta de una cruz griega, metida dentro de una mandorla lobulada. La solidez de esta parte contrasta con la airosa celosía de la caja, y junto con los bellos motivos de color de los esmaltes hacen de este atril una pieza altamente decorativa y de gran antigüedad.
Medidas: Ancho: 330 mm. Alto (con la tapa levantada): 440 mm.
