Antiguedades de oficina

Coleccionar antigüedades de oficina nos transporta a los tiempos en que todos los documentos se redactaban en papel y tinta. Se puede hacer una buena colección de estos pequeños objetos antiguos sin tener que desembolsar grandes cantidades de dinero. Se pueden encontrar desde pequeña piezas de unos pocos euros, piezas de rango medio-alto por unos pocos cientos de euros y  algunas piezas extraordinariamente raras por miles de euros.

Las piezas más valiosas son las más antiguas, del siglo XIX y anteriores y abarcan hasta piezas más vintage de los años 60 del siglo XX. A la hora de coleccionar estos objetos antiguos de oficina, se valora mucho el que la pieza conserve su decoración original y esmaltes en buen estado, así como su estado de funcionamiento, si hablamos de máquinas de oficina.

Podemos clasificar este tipo de antigüedades en cuatro grandes grupos:

1. Antigüedades de escritura. Son todos aquellos objetos destinados a escribir documentos a mano y a dibujar. Tanto las plumas y lapiceros como los tinteros y escribanías son piezas muy buscadas por los coleccionistas. Podemos también incluir los estuches de compases, que también pueden incluirse en otras categorías.
2. Máquinas de Oficina Antiguas. Todos aquellos artilugios mecánicos que facilitaron la labor del oficinista. Sin duda los reyes de esta colección con las máquinas de escribir antiguas y las máquinas de calcular antiguas, también conocidas por sumadoras antiguas. Aparatos eléctricos como los ventiladores y de comunicación como los teléfonos y telégrafos antiguos, más adelante sustituidos por teletipos antiguos que revolucionaron la prensa en su momento.
3. Artículos de Escritorio Antiguos. Esta sección agruparía esos objetos que solían estar encima de los escritorios, como los globos terráqueos, los abrecartas y pisapapeles, así como las reglas de cálculo. También las antigüedades postales están muy solicitadas principalmente las  balanzas postales de oficina y los sellos de lacre antiguos.
4. Otros objetos de oficina. Podríamos incluir el propio mobiliario de oficina: escritorios, sillas de oficina, archivadores, lámparas de escritorio antiguas, etc.